La presión de los mercados aumenta sobre España e Italia. La rentabilidad del bono español a 10 años se ha disparado al cierre de la primera sesión tras las pruebas de resistencia a la banca hasta el 6,32%, su nivel más alto desde el 13 de agosto de 1997, lo que ha elevado el diferencial con el bund alemán de referencia en 366 puntos -el máximo registrado al cierre de una sesión desde la entrada en el euro-. En el caso de Italia, los títulos del Tesoro italiano a los mismos plazos cruzaron por primera vez desde 1996 la barrera del 6%.

Las tensiones, que además amenazan con extenderse por méritos propios a Estados Unidos, también se han dejado notar en las Bolsas, con fuertes descensos en todas las plazas europeas y el Ibex 35 en mínimos anuales. Las dudas se colaron además en los mercados de divisas, donde el euro perdió posiciones frente al dólar hasta intercambiarse por 1,40 unidades del billete verde.

La deuda soberana española, cuya prima de riesgo empezó la sesión en 340 puntos, acusó las dificultades de la Unión Europea para alcanzar un acuerdo sobre el segundo paquete de ayuda a Grecia, que será abordado el jueves en una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y Gobierno. Pero la canciller alemana, Angela Merkel, avivó estos días la polémica al condicionar la presencia de Alemania en la cumbre a que haya un acuerdo previo que, entre otras cosas, involucre a los acreedores privados en el rescate a Grecia.

El incremento de las tensiones en los mercados se tradujo ayer en un repunte de la prima de riesgo española de más de 30 puntos básicos hasta un máximo diario de 372, muy cerca del récord del pasado martes (375). Para Italia, este indicador, el que mejor refleja la confianza de los inversores en las finanzas de un país, alcanzó los 337.

La desconfianza de inversores y especuladores sobre España podría pasar factura a la emisión de 7.250 millones de euros de deuda que tiene prevista el Tesoro para esta semana. En concreto, el organismo público espera colocar hoy hasta 4.500 millones de euros en Letras a 12 y 18 meses; mientras que el jueves se subastarán hasta 2.750 millones de euros en obligaciones a 10 y 15 años.

El Banco Central Europeo (BCE) aseguró que la semana pasada no compró deuda pública de la Eurozona, a pesar de los insistentes rumores que apuntaban lo contrario y que ayudaron a relajar las tensiones del mercado. Además, el BCE explicó que hoy tiene previsto retirar liquidez por valor de 74.000 millones de euros, cantidad que corresponde a la deuda adquirida con anterioridad, para evitar que suba la inflación.

Además de España e Italia, ayer también se disparó el riesgo-país de otros miembros de la zona del euro, de modo que el de Grecia escaló hasta los 1.548 puntos básicos, el de Irlanda, hasta los 1.140 y el de Portugal, hasta los 1.004.

A la falta de acuerdo en el seno de la Unión Europea se une el reconocimiento por parte de Portugal de un "desvío" en las cuentas públicas de unos 2.000 millones de euros, lo que obligará al país luso a reforzar las medidas de contención del gasto para "tapar" el agujero y cumplir sus objetivos de reducción del déficit.

Todas estas tensiones se vieron reflejadas en todas las Bolsas europeas. El principal selectivo de la Bolsa española, el Ibex 35, cayó 136,40 puntos, el 1,44 % hasta los 9.347,80 puntos, con lo que las pérdidas anuales alcanzan el 5,19 %.

En la apertura, el Ibex 35 mantuvo la tendencia negativa de las dos últimas semanas y cedió en los primeros compases un 0,42 %. Poco después conseguía darse la vuelta animada por la banca, una tendencia que duró poco, y la Bolsa volvió a registrar pérdidas, lastrada por los grandes valores y las tensiones del mercado de deuda soberana, donde a esa hora la prima de riesgo española ya superaba los 360 puntos básicos.

La tendencia a la baja que emprendió el parqué madrileño puso de manifiesto que las pruebas de solvencia a la banca europea publicadas el pasado viernes no despejaron la incertidumbre de los inversores.

Los grandes valores del mercado español terminaron la sesión con pérdidas, ya que BBVA cedió un 2,33%; Banco Santander, un 1,83%; Repsol YPF, un 0,94%; Telefónica, un 1,38% e Iberdrola, un 0,58%. Caixabank fue la cotizada que registró la mayor caída, seguida de Sacyr Vallehermoso y Mapfre, que perdieron un 4,40% y un 4,11%, respectivamente. En la jornada de ayer sólo Grifols e Inditex lograron terminar en positivo tras revalorizarse un 1,29% y un 0,37%, respectivamente, mientras que Ebro Foods finalizó plano.

Al final de la sesión, París cayó un 2,04%; Londres, un 1,55%; Milán, un 3,06% y Fráncfort, un 1,55%.