La dirección de la firma Elaborados Metálicos (Emesa) comunicó en la mañana de ayer el despido a 14 trabajadores de la factoría de Coirós. El comité de empresa, además de rechazar esta medida, remitió un escrito al director general de Relacións Laborais, Odilo Martiñá, en el que le reclamó que paralice "de inmediato" estos nuevos despidos e impida a la empresa "adoptar nuevas decisiones de está índole". Según los representantes de los trabajadores, la compañía vincula los despidos con "causas organizativas y productivas" y tienen carácter inmediato.

El comité de empresa asegura que estas rescisiones de contrato paralizarían el expediente de regulación de empleo (ERE) que se está tramitando y que afecta a 93 trabajadores de los 163 con que cuenta la plantilla.

La comunicación de estos 14 nuevos despidos se suman a los casi 150 puestos de trabajo que se han destruido en Emesa en los últimos dos años. Estas actuaciones demuestran, según la representación de los trabajadores, la intención de la dirección de la filial del grupo Isolux Corsán de "desmantelar" la factoría de Coirós.

El pasado viernes la empresa entregó al comité nueva documentación, que, según afirman los trabajadores, nada tiene que ver con la información exigida respecto a la carga de trabajo real del grupo en la rama del metal. Los empleados siguen también sin conocer el volumen de externalización de carga de trabajo que Isolux está realizando en otras empresas del sector ni se les ha presentado el plan de viabilidad que debe acompañar a la documentación del ERE.

El comité de empresa también urgió a la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, a que fije una fecha para la reunión que estaba comprometida para la pasada semana.

El BNG emitió ayer un comunicado en el que recuerda que su diputado Carlos Aymerich solicitó de la Xunta que cumpla con sus compromisos de garantizar los puestos de trabajo en esta empresa. Aymerich recordó que el pasado jueves Odilo Martiñá aseguró que el objetivo de la Xunta era el de velar para que la compañía cumpliera escrupulosamente con lo establecido para poder sacar adelante su cuarto ERE.

Emesa tenía de plazo hasta ayer para presentar la documentación sobre la carga de trabajo que posee el grupo Isolux Corsán al que pertenece todas sus empresas, entre ellas la factoría de Coirós. Sólo si aportaba esta información y se confirma que carece de carga de trabajo, según el director general de Relacións Laborais, Odilo Martiñá, podrá obtener autorización para el cuarto ERE que solicitó el 2 de septiembre para 93 de sus 163 empleados.

La compañía presentó ayer la documentación en la delegación de Traballo de la Xunta en A Coruña, que es la que está analizando todo el material para decidir si abre o no el periodo de consultas entre la empresa y los trabajadores. La Xunta demandó a Isolux, "a mayores" de la documentación "estricta", la aportación de informes técnicos sobre el número de pedidos de la compañía tanto en el ámbito nacional como internacional para este año y 2012, así como datos sobre las cargas de trabajo para poder valorar la validez de este cuarto ERE por causas productivas. Tras el inicio de los expedientes de regulación de empleo en 2009, los trabajadores de la factoría de Coirós se encuentran ya con las prestaciones prácticamente consumidas, con lo que si se fueran al paro se irían con la cuantía que les corresponde prácticamente agotada.