El Banco de España pretende que el sector financiero reduzca la utilización del euríbor como referencia al fijar el precio de las hipotecas. El organismo supervisor ha propuesto que, para los nuevos préstamos, la banca española emplee el llamado en inglés interest rate swap (IRS), que refleja el precio del dinero a un plazo de cinco años. Esta tasa se encuentra ahora en un nivel (1,95%) inferior al del Euribor (2,083%), si bien por lo general ocurre al contrario.

La iniciativa del Banco de España, reflejada en un proyecto de circular, no implica cambios para las hipotecas ya constituidas, salvo que las entidades negocien otra cosa con sus clientes. El regulador sí quiere que los futuros préstamos incluyan la nueva referencia para "reducir la dependencia de nuestro sistema respecto a los tipos de interés interbancarios a un año".

El Euribor que se aplica a las hipotecas es el interés medio al que los bancos se prestan unos a otros al plazo de un año en el mercado mayorista del dinero. Su evolución recoge, por tanto, las tensiones que pueda registrar el sector financiero. El Banco de España quiere así reducir la volatilidad que conlleva el Euribor recurriendo a una tasa más estable y que, alega la institución, refleje mejor el precio real del dinero. Esto es, que el precio de las hipotecas concuerde más con lo que lo que le cuesta al banco o caja de ahorros obtener financiación a medio plazo.

Sobre el papel, ese planteamiento podría conducir a un encarecimiento de los préstamos, porque lo habitual es que el tipo de interés de las deudas a largo plazo sean superiores. No ocurre en la actualidad con el euríbor porque el mercado interbancario se encuentra alterado por el rebrote de desconfianza entre los bancos y también por la intervención extraordinaria del Banco Central Europeo (BCE) para garantizar liquidez al sector.

No obstante, el impacto en el precio de las hipotecas dependerá en buena medida de los diferenciales que sobre la nueva referencia apliquen bancos y cajas de ahorros.