El Banco Central Europeo (BCE) no cedió ayer a las presiones para que redujese el precio oficial del dinero y mantuvo los tipos de interés. El presidente de la entidad, Jean-Claude Trichet, calificó el nivel actual de los tipos de interés en la zona del euro (1,5%) de "bajo", aunque admite que hay margen de maniobra para reducirlos más en caso necesario. Pero, tras analizar esa posibilidad en el consejo de gobierno, el BCE decidió por consenso dejarlos inalterados. El aumento de la inflación de la zona del euro en septiembre en cinco décimas, hasta el 3%, fue determinante para que el Eurobanco no cediera a la reclamación de una política más laxa. El Banco de Inglaterra también mantuvo estable su tasa oficial de interés.

Pese a esta inflexibilidad del BCE, las Bolsas reaccionaron al alza. El mantenimiento de los tipos ya se había descontado, mientras que los parqués festejaron el anuncio de que el BCE lanzará a partir del mes próximo un nuevo programa de compras de bonos garantizados -en España conocidos como cédulas hipotecarias y territoriales- por importe de 40.000 millones y dos inyecciones de liquidez durante un año para ayudar a refinanciarse a los bancos.

El BCE comprará bonos garantizados en el mercado primario (nuevas emisiones) y en el secundario (títulos ya existentes) por un valor total de 40.000 millones de euros y asegurará liquidez ilimitada hasta julio de 2012 en las operaciones semanales y mensuales regulares de refinanciación.

El Banco de Inglaterra también aumentó en 75.000 millones de libras (86.000 millones de euros) su programa de emisión de dinero, hasta los 275.000 millones de libras (315.000 millones de euros).

El Fondo Monetario Internacional (FMI) respaldó la decisión del BCE de inyectar liquidez a los bancos comerciales, pero insistió en la necesidad de reducir los tipos en la zona euro poco después de que el BCE decidiera mantenerlos.

Al optimismo bursátil también contribuyó el éxito del Tesoro Español, que logró colocar emisiones de deuda, con una gran demanda y a un precio inferior al de anteriores colocaciones, y el comportamiento de la prima de riesgo española, que cayó hasta los 310 puntos básicos, desde los 320 que marcaba este diferencial sobre el bono alemán a diez años en la apertura.

El Tesoro español logró adjudicar 4.498 millones de euros, el objetivo máximo previsto, en tres emisiones de bonos con vencimientos a tres y cuatro años en las que consiguió abaratar el interés en todos los casos gracias a que la demanda superó los 8.500 millones.

El BCE, mientras tanto, aseguró ayer que la provisión de liquidez y la forma de adjudicación de las operaciones de refinanciación continuarán asegurando que los bancos de la zona del euro tienen suficiente liquidez para cumplir sus compromisos. Todas las medidas extraordinarias que se han tomado en el periodo de agudas tensiones en el mercado financiero "son de naturaleza temporal", matizó Trichet.

Sobre los tipos de interés Trichet dijo que "se discutió la posibilidad de bajarlos y la posibilidad de mantenerlos y finalmente decidimos por consenso mantenerlos". Trichet, cuyo mandato de 8 años expira el próximo día 31 -le sucederá el italiano Mario Draghi- compareció "emocionado" por última vez ante la prensa. El aún presidente del BCE explicó que los miembros del consejo valoraron "los pros y los contras de mantener o rebajar los tipos en la actual coyuntura tras lo que se decidió lo acordado".

Pero Trichet deja abierta la posibilidad de una próxima rebaja del precio del dinero, aunque en caso de producirse será ya bajo el mandato de Draghi, al señalar que los riesgos para las expectativas de inflación se encuentran "equilibrados", mientras que los riesgos para las perspectivas de crecimiento "se inclinan a la baja".