Banco Gallego sucumbe a la tempestad financiera. La entidad participada por NCG Banco en un 49% -proveniente de la cartera de Caixanova- acaba de llegar a un principio de acuerdo con dos de los tres sindicatos representados en el comité de empresa para reducir su plantilla en Galicia en 100 trabajadores -lo que equivale al 53% de su cuadro de personal-, todos ellos de más de 59 años, que abandonarán la entidad antes del fin del año.

La reestructuración que la entidad ha justificado en la necesidad de reducir costes por la crisis financiera obliga a trasladar de sus actuales puestos a 145 trabajadores, entre ellos a 45 de las 48 personas que actualmente trabajan en los servicios centrales de A Coruña, lo que según la CIG supone el traslado de la central a Madrid, donde la entidad tiene algunos departamentos de sus servicios centrales, que emplean allí a 145 trabajadores.

Pendiente de ratificación

La entidad ha planteado instrumentar las bajas a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que según el responsable de Banca en UGT Galicia, Javier Castro, garantizaría a los despedidos un salario equivalente al 80% de su sueldo bruto actual hasta los 63 años, en que se acogerían a la jubilación. Ese preacuerdo ha sido respaldado por Comisiones Obreras -sindicato mayoritario en la entidad- y por UGT, aunque las dos centrales tendrán que ratificarlo en los próximos días.

La CIG, que ayer criticó el pacto en comunicado, denunció que la reestructuración de Banco Gallego supondrá la deslocalización de la entidad a Madrid. La institución, insiste el sindicato nacionalista, prevé trasladar a 45 empleados de sus servicios centrales, donde eliminará las áreas de Adjunto a la Dirección General; Medios; Técnica y Control; Control Integral de Riesgos y Negocio Comercial.

El responsable de CIG Banca, Clodomiro Montero, advirtió de que dado el compás de edades elegido para aplicar el ERE, las retribuciones que recibirán los afectados están restringidas por ley a los 45 días por año trabajado con 42 mensualidades de tope que prevé la ley para los despidos improcedentes. Montero considera escandaloso que Novacaixagalicia Banco permita el traslado de la central a Madrid y considera que su pasividad pone en entredicho el compromiso de Castellano en la defensa de la galleguidad del nuevo proyecto.

El responsable de Banca de UGT, Javier Castro, explicó que la dirección de Banco Gallego alega la necesidad de la reestructuración en la crisis financiera y explicó que los trabajadores afectados por el ERE se irán al paro durante dos años, en los que el banco completará sus prestaciones hasta alcanzar un sueldo equivalente al 80% del suyo actual. Castro asegura además que la reestructuración del Banco Gallego empezó ya hace algún tiempo.

La CIG denunció que además de estar participado por NCG Banco, en la gestión de Banco Gallego participaron como consejeros de la entidad antiguos directivos de Caixanova, algunos de ellos vinculados a la polémica de las retribuciones, como José Luis Pego, Oscar Rodríguez Estrada o Gregorio Gorriarán.

Montero exige al alcalde de A Coruña y a la Xunta que actúen de inmediato para impedir el cierre definitivo de los servicios centrales de la entidad en A Coruña y reclama la dimisión de los directivos de NCG Banco vinculados a Banco Gallego, entre ellos, de Julio Fernández Gayoso, consejero dominical de la nueva entidad.