El PP ha decidido centrar su ofensiva política en materia financiera en el saneamiento de los balances de los bancos y cajas de ahorro, sacando a la luz su "verdadera" exposición a activos inmobiliarios aprovechando el plan europeo cuyo debate arrancó formalmente ayer con la propuesta presentada por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Sin embargo, en sus últimas conversaciones con el PP, el Gobierno eludió esta cuestión y se limitó a "informar" acerca del decreto ley para la unificación de los tres fondos de garantía de depósitos existentes, de bancos, cajas y cooperativas de crédito, en uno solo que absorba las eventuales pérdidas futuras derivadas del proceso de recapitalización del sector financiero.

Las conversaciones, según indicaron a Europa Press fuentes populares, las están desarrollando el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, y el secretario de Economía y Empleo del PP, Álvaro Nadal, en lugar de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y el coordinador económico popular, Cristóbal Montoro.

El PP, que previsiblemente no se opondrá a la integración de los fondos, considera que esta medida es "muy menor" y está pidiendo al Gobierno que reconsidere su negativa a reabrir el proceso de recapitalización bancaria en España, que el Gobierno y el Banco de España ya han dado por cerrado. Los populares sostienen que las cajas españolas no pueden esperar al nuevo Gobierno que salga de las urnas tras el próximo 20 de noviembre y está pidiendo al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero que tome posiciones en esta discusión "desde el primer momento", para aprovechar la "gran oportunidad que se abre" para España. Por su parte, el PP ya tiene claro cómo abordaría los cambios legales pertinentes.

Y es que desde que arrancó la primera ronda de integraciones bancarias, el PP ya alertó de que las entidades podían estar ocultando en sus balances pérdidas derivadas de sus negocios inmobiliarios y por este motivo optaban por procesos de fusión, que le permitían acceder a los recursos públicos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Ésta fue la razón por la que en enero de 2010 el PP intentó que el FROB condicionara su apoyo a las fusiones a que las entidades sacaran al mercado el stock de viviendas, ya que así se verían obligadas a sanear la situación de sus balances y revelar su verdadero estado, si bien Salgado ignoró esta petición.

En el PP no esconden que su aspiración es acometer "en el menor tiempo posible" si consiguen la victoria el próximo 20-N, una nueva tanda de fusiones entre entidades al entender que el número actual de actores en el sector es todavía "demasiado" en España, según Cristóbal Montoro, y "no se justifica". Eso permitiría encajar su idea de sanear los balances ante el lastre del ladrillo y evitar que la economía española siga "paralizada" en una crisis "ad eternum". "No hay que socializar pérdidas, pero hay que apoyar al sector porque sino nos quedaríamos sin la sangre que fluye en nuestros cuerpos", comentó Montoro el lunes, en referencia al crédito.