Con uno de los platos fuertes de la oferta cultural de este otoño en Galicia, las ocho sesiones del afamado grupo Tricicle con el montaje de Garrick a finales del pasado septiembre y comienzos de octubre, primero en Vigo y después en A Coruña, la obra social de Novacaixagalicia abrió la puerta a la difícil andadura que le viene por delante ante la reestructuración histórica que sufre el sector financiero. Esta vez, el pago del espectáculo no salió de su bolsillo. Todo lo contrario. La entidad alquiló los dos recintos donde se celebraron las funciones a la compañía, que se encargó de gestionar todos los gastos del espectáculo, del que además la todavía caja recibió las correspondientes comisiones por la venta on- line de las entradas.

"Hay, evidentemente, un antes y un después para la actividad", coinciden varias fuentes ligadas al departamento. La intención es extender los arrendamientos de las instalaciones y frenar la participación directa en la programación para rebajar los costes, sacar beneficio incluso si es posible y permitir la supervivencia de la obra social, amenazada por el diminuto paquete que controla en el accionariado de NCG Banco. Su fuente de ingresos.

Hasta ahora, lo habitual era que Novacaixagalicia asumiera el caché de los artistas al completo, cesión del escenario incluida, y que el precio no se repercutiera al 100% en las entradas. La autofinanciación era una utopía. La mayoría de actos acababan siempre con pérdidas "para garantizar una buena programación", según cuentan en la entidad. ¿Cuánto? "En muchos casos -aseguran- no se cubría ni la mitad de lo que se necesitaba".

Pero la obra social de Novacaixagalicia ya no puede soportar una situación así. Con proyectos que supongan un enorme desembolso de recursos y, además, provoquen un agujero todavía mayor en la hucha. El director general del área, Guillermo Brea, fue contundente la pasada semana en una reunión con los representantes de los más de 300 trabajadores vinculados a la división.

El mantenimiento es hoy "inviable" y si Novacaixagalicia eleva del 6,7% actual al 15% su participación en NCG -y, por lo tanto, incrementa los dividendos que le tocan con cargo a los resultados del banco- éstos solo darían un pequeño respiro. Las cosas, avanzó, seguirían "muy complicadas". De ahí que la tijera a la plantilla, aunque sea por bajas naturales, empiece a pesar cada vez más en la mente de los responsables.

Los cambios en el modus operandi de la programación cultural, de la que dependen la mayoría de concellos de la comunidad, suponen un paso más en las profundas medidas que Novacaixagalicia baraja y que llegan también a los servicios ligados a los escolares. Este curso, con un coste "simbólico" de un euro por cada usuario. La decisión afecta a las actividades escénico-musicales -música, teatro y danza- y las visitas a Naturnova, el Centro Interactivo de Educación Medioambiental. Tanto las visitas a las exposiciones, las proyecciones audiovisuales y el ciclo de cine submarino seguirán siendo gratuitas. Novacaixagalicia pretende destinar la recaudación a "determinados proyectos sociales" que la obra social desarrolla en otras áreas, todas ligadas al apoyo de colectivos desfavorecidos por la difícil situación económica -Galicia solidaria ante la crisis, el Banco de Alimentos y Mil futuros- y que podían peligrar con la caída de fondos. La caja no lo explica así y defiende que de esta manera se une "formación, cultura y labor solidaria" y a los niños se les "transmite" la importancia de la solidaridad con otras personas.

Durante el pasado curso, alrededor de 200.000 pequeños asistieron a las actividades. La caja se reunió con los centros escolares para explicárselo y sostiene que la acogida fue "muy buena", pese a que los colegios públicos no están por la labor de aceptar y así se lo han hecho llegar a la dirección de la entidad con una carta.

La inversión social en 2010 ascendió, según consta en la memoria anual de Novacaixagalicia, a cerca de 60 millones de euros, "de los cuales más del 60% se destinaron a programas sociales y a promover actividades generadoras de empleo". 4,3 millones de beneficiarios. 7.500 actividades. 4.000 colaboraciones concertadas. Con presencia en el 90% de los municipios gallegos y entre el 93% de la población.

"Se valora que el impacto económico de la obra social desarrollada tanto desde Novacaixagalicia como desde sus fundaciones -dos, cada una de ellas ligada a una de las cajas, como recoge la memoria- es de gran transcendencia en la cohesión social y en la creación de empleo y riqueza en Galicia". "Los números dan vértigo, sí, pero el futuro será muy diferente", señala uno de los directivos vinculados al departamento.

Los fondos disponibles, desde luego, están muy lejos de alcanzar los del ejercicio pasado y, muchísimo menos, los alrededor de 200 millones de euros que Caixa Galicia y Caixanova sumaban en balances anteriores, cuando los beneficios acompañaban. Unos 90 millones de euros que hay que repartir en cuatro anualidades, ante las incógnitas que hay planteadas por el futuro de NCG Banco, la participación de la caja en él, la política de dividendos que podrá aplicar con una parte tan elevada del capital en manos del FROB y los intereses que hay que abonarle al fondo público. Por encima del 12% en los casi 2.500 millones de euros que posee en acciones y más de un 8% sobre los 1.166 del préstamo para la fusión. "Es decir, no habrá ni 25 millones por año, la mitad del pasado y entre un 12% y un 14% en comparación con el gasto de los anteriores", sostienen en la entidad.

"Todo el mundo pide y se están empezando a negar ayudas", continúan las mismas fuentes. Hay partidas que se están revisando. "Peticiones a las que se les dará mucho menos de lo que se les daba y otras que no tendrán nada -añaden-. Es que no hay otra opción posible. Lo que hay es lo que hay".