El fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, aseguró ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que es el responsable absoluto de la insolvencia de las empresas del grupo y exculpó a sus hijos de la presunta estafa de la que se les acusa por la emisión de pagarés.

Ruiz-Mateos, imputado por estafa, insolvencia punible y administración desleal junto a su mujer, sus hijos varones y uno de sus sobrinos, se negó a declarar y se limitó a leer un escrito de cuatro folios, haciendo hincapié en la promesa de "responder" personalmente de todo.

El empresario insistió en que cumplirá "el compromiso de pagar a los inversores si los resultados de los procesos concursales no fueran suficientes, poniendo a su disposición las cantidades procedentes de la expropiación" de Rumasa, que sigue sosteniendo que le adeuda el Estado.

El patriarca achachó en cualquier caso el hundimiento de su conglomerado empresarial a la crisis económica.