El Gobierno prevé que el plan europeo de recapitalización de la banca que previsiblemente se aprobará mañana, durante la cumbre de líderes de la Unión Europea en Bruselas, aplique un descuento de hasta el 5% a la deuda soberana española en manos de la banca.

Los ministros de Economía de la Unión Europea discutirán hoy en una reunión previa el plan temporal de recapitalización de los grandes bancos de la UE con el objetivo de garantizar que puedan resistir a la crisis de deuda y recuperar la confianza del mercado.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, admitió que la eurozona está dando una imagen "desastrosa" frente al exterior por las dificultades que se están dando para llegar a un acuerdo en la esperada cumbre europea de este fin de semana, desacuerdo que Francia y Alemania negaron ayer.

La Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha revisado contrarreloj durante los últimos días los resultados de las pruebas de estrés de julio, que ya considera desfasados porque no detectaron los problemas de la entidad franco-belga Dexia, que acaba de quebrar. El supervisor europeo pretende endurecer para los grandes bancos los requisitos de capital exigido en julio -un core Tier-1 del 5% como mínimo en el escenario adverso, con un aumento del paro, una acusada caída del PIB y los precios disparados- hasta el 9% en una nueva ronda de los test de estrés, y además calcular el impacto sobre sus carteras de un posible impago (parcial) de la deuda de los países periféricos. El plan, que aún deberá definir qué elementos computan como capital de máxima calidad (Tier-1), pretende aplicarle a los bonos españoles un descuento teórico del 5%, aunque en el caso de Grecia podría aumentar hasta el 50%. Estos descuentos se aplicarían de forma temporal este año y de forma excepcional. Con este argumento España defenderá que la deuda soberana continúe considerándose un activo sin riesgo -que por lo tanto, las entidades no tienen que provisionarla en previsión de posibles pérdidas-.

Aunque la ministra de Economía, Elena Salgado, advirtió de que los números no están aún definidos, dentro de los grandes bancos a los que quiere volver a examinar el supervisor europeo se encuentran las primeras cinco entidades españolas, que, por volumen de activos son Santander (316.000 millones de euros), BBVA (300.000 millones), Bankia (285.000 millones), Caixabank (273.000 millones) y Banco Popular (161.000 millones de euros, incluyendo en su balance al Banco Pastor, con quien pretende completar una fusión a principios del próximo año). Aunque los parámetros todavía no se han acordado de forma definitiva, a los bancos que no alcancen el umbral de capital requerido se les pedirá que presenten un plan de recapitalización y que lo pongan en marcha en un plazo de entre 3 y 6 meses, según fuentes comunitarias.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ya propuso que hasta que no tengan los fondos exigidos se prohíba a estas entidades pagar bonus o dividendos a los accionistas, lo que ha despertado las críticas de banqueros como el presidente del Banco Santander, Emilio Botín; del Popular, Ángel Ron, o el de Banco Pastor, José María Arias, que consideran que situaría a la banca en un callejón sin salida, secará el crédito y dificultará la financiación de los estados.

En los planes de recapitalización las entidades deberán utilizar fuentes privadas de capital en primer lugar. Si es necesario, los Gobiernos nacionales les deben proporcionar asistencia en segundo lugar. Y como último recurso podrán recurrir a un préstamo del fondo europeo de estabilidad financiera, según la propuesta defendida por Alemania y la Comisión. Francia había intentado que se pudiera recurrir al fondo de rescate desde el primer momento para no poner en riesgo su calificación crediticia 'triple A'. Pero ante el rechazo frontal de Berlín, ya ha anunciado que recapitalizará a sus entidades que lo necesiten.

Banco Popular y otras nueve entidades financieras enviaron una carta al director del fondo de rescate de la UE, Klaus Regling, para respaldar que este mecanismo avale parcialmente emisiones de bonos de países con problemas como España o Italia para que estos países tengan acceso a la financiación privada. Además de Banco Popular, suscriben la misiva Deutsche Bank, Allianz, Commerzbank, Generali, Mediobanca, MunichRe, PIMCO, y Unicredit.

El Gobierno español hará valer en la cumbre los esfuerzos de reforzamiento de la solvencia llevados a cabo por el sistema financiero español hasta el momento y que han establecido el capital principal en todas las entidades por encima del 8%, lo que supone adelantarse a las exigencias de la regulación de Basilea III. España defenderá además la validez de recursos adicionales que podrían computar como capital de máxima calidad como las provisiones genéricas, las obligaciones convertibles y las participaciones preferentes, entre las que podrían figurar las suscritas con recursos públicos a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Los ministros de Economía de la eurozona decidieron ayer pagar la ayuda urgente de 8.000 millones de euros que Grecia necesita para no suspender pagos en las próximas semanas. Esta ayuda es el sexto tramo del primer rescate de 110.000 millones de euros que la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedieron a Grecia en mayo de 2010. El desembolso está ahora pendiente del visto bueno del FMI, que decidirá a principios de noviembre para que Atenas haga frente a sus pagos.

Aunque el Gobierno de Berlín niega las desavenencias, Alemania y Francia siguen sin concretar los detalles para reforzar el Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), lo que ha motivado que se convoque un tiempo de prórroga de la cita de mañana para el próximo miércoles. En esta segunda reunión es dónde se cerrarían una decisión sobre el fondo.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se reunirán de nuevo hoy en Bruselas, horas antes de la cumbre de líderes europeos, para tratar de acercar posturas sobre la quita de una parte de la deuda pública de Grecia y el refuerzo del fondo de rescate, dos de los ejes del plan de la UE para frenar la crisis soberana. La troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI) estima que la quita o condonación alcanzará al 60% de su deuda. Atenas tiene un pasivo de 340.000 millones de euros, la mayor parte del cual está en bancos franceses y alemanes.

La Comisión Europea pidió a Italia que reduzca más su déficit y que adopte más reformas para relanzar el crecimiento de forma urgente. La vicepresidenta económica española, Elena Salgado, negó que España vaya a adoptar más medidas de ajuste. La prima de riesgo española bajó hasta los 336 puntos básicos tras la intervención del BCE en la compra de bonos italianos y tras una mejora en las perspectivas de la cumbre europea, aunque el déficit de la eurozona se situó al cierre de 2010 en el 6,2%, dos décimas más de lo que se había estimado.