Antes de que acabe el año, el sector eólico gallego tendrá también una nueva normativa en Galicia. La ley de acompañamiento a los presupuestos autonómicos incluirá la prohibición expresa, según adelanta el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, de instalar aerogeneradores en Red Natura y su ampliación. Lo que afectaría a "una parte marginal" de los "más de 900 MW" de los que la Xunta dispone al margen del concurso, de antiguos planes. Frente a la denuncia de ecologistas, PSdeG y de los promotores por la supuesta existencia de una docena de parques del reparto en este tipo de áreas, Javier Guerra lo niega. "Y si lo estuviera -incide- no se aprobaría".

Con la posibilidad de que algún recinto caiga durante la tramitación, a la Xunta le salen los 6.500 MW "autorizados" en 2012, "que es nuestro compromiso". Porque realmente la suma de la potencia que hay sobre la mesa es más elevada: 3.289 MW en funcionamiento en estos momentos, 2.325 en el concurso, unos 922 pendientes -la suma rondaría los 6.536- y varias fuentes apuntan a "entre 200 y 300 más, hasta un total de 6.750 que están por ahí también".

Todo un problema. Después de muchas discusiones, incluso públicas, que se vivieron también en la legislatura pasada con el bipartito en el poder, la Xunta acabó por reconocer que el techo que el sistema puede admitir para absorber tanta energía generada pasa por los 6.500 MW operativos en 2016, cuando Red Eléctrica de España (REE) prevé que las tres grandes infraestructuras de evacuación en Galicia -por Asturias, hacia la Meseta y la interconexión con Portugal- estén reforzadas.

En la maraña de números y fechas en las que tradicionalmente se mueve el concurso eólico gallego, el otro principal dato que la Consellería de Economía defiende con uñas y dientes es el arranque de los primeros parques del reparto "a finales de 2014", pese a que al inicio del proceso se lanzó la idea de que sería antes. El departamento, además, reconoce que es una "aspiración".

¿Por qué? Técnicamente, con las primeras obras en las líneas eléctricas, la incorporación paulatina de los nuevos molinos es "factible", como explicaron durante todos estos meses desde Red Eléctrica de España. Pero hay un ingrediente tan o más importante que está por encima de la mejora en la red. El consumo. Los 6.500 MW para 2016 se planificaron en 2008, antes de la tremenda caída de la demanda por la crisis. El gasto eléctrico que se contempló en aquel momento no se alcanzará "antes de 2020". De hecho, la Comisión Nacional de la Energía (CNE), en su informe de apoyo al decreto de recorte de primas, avisa del "exceso de capacidad instalada".

La alternativa que le quedaría a los nuevos parques es arriesgarse a los apagados, cada vez más frecuentes, que el sistema aplica para evitar un colapso.