El presidente de Hierros Añón, Manuel Añón Rey, será el primer empresario gallego que entre en el accionariado de Novagalicia Banco con una inversión de unos 28 millones de euros, lo que le convertirá en propietario de casi un 1% de la entidad. La entrada de Añón se produce como consecuencia de un acuerdo que el presidente de Novagalicia, José María Castellano, negociaba desde el inicio del verano con el empresario, el único socio privado de la Corporación Novacaixagalicia desde que en noviembre de 2007 adquirió un 5,57% del brazo inversor de la entonces Caixa Galicia por 100 millones de euros.

Añón, que hace un año manifestó su decisión de abandonar la corporación y recuperar su inversión, vendió su participación a cambio de una suma en efectivo y un 1% del banco que, según fuentes próximas al empresario, equivale a unos 28 millones de euros.

El acuerdo, que fue aprobado por el Banco de España, se firmó ayer en A Coruña en la oficina de un árbitro extrajudicial, una condición impuesta por el supervisor para cerrar el pacto que permite a Novagalicia recuperar el 100% de su cartera industrial y consolidar en un solo grupo todas sus empresas participadas. Y es que precisamente por la existencia de este socio privado, ni la caja fusionada ni ahora el banco habían podido unificar la corporación con la cartera industrial procedente de Caixanova.

Castellano: "Es importante"

En una reciente entrevista con LA OPINIÓN, el presidente de Novagalicia, José María Castellano, reconoció la existencia de las negociaciones y la relevancia del acuerdo que en ese momento se gestaba. "Es importante porque actualmente hay una parte de las participaciones industriales que cuelgan de la corporación y otras del banco, y jurídica y orgánicamente sería necesario que estén todas en uno u otro lado", explicó.

La llegada de Castellano fue de hecho clave para que los responsables de la Corporación Novacaixagalicia pusiesen fin al conflicto que mantenían con Añón, enquistado desde febrero. Poco después de que la caja decidiese crear un banco y designar a Castellano como presidente, se produjo el primer contacto entre el empresario y el directivo, embarcado ya en la búsqueda de capital privado para la entidad.

El presidente de Hierros Añón le dejó clara ya en julio su disposición a invertir en una entidad profesionalizada y dirigida por el exvicepresidente de Inditex, quien encargó una tasación del patrimonio de la Corporación Novacaixagalicia para sentarse a negociar. Los contactos se intensificaron en septiembre, y ambas partes cerraron pronto un principio de acuerdo. La fase más larga del proceso empezó entonces, cuando Castellano llevó su propuesta al Banco de España, que desde que inyectó los primeros 1.162 millones de euros que la caja le pidió en diciembre pasado, controla los movimientos relevantes de la entidad. El supervisor había exigido que el banco abonase a Añón el equivalente a su 5,57% en la sociedad a precios de mercado actual -la Corporación estaba valorada en 2.000 millones en 2007, pero sus activos se han depreciado y algunos han sido vendidos-, aunque según fuentes próximas a la negociación se ha llegado a un acuerdo a medio camino entre las pretensiones de ambas partes. Y es que Añón llevaba un año intentando hacer valer un contrato privado firmado en 2007 por el entonces presidente de la corporación, José Luis Méndez Pascual, (hijo del exdirector de Caixa Galicia) que según el empresario, reconocía su derecho a recuperar la inversión de 100 millones. El documento establecía que la caja le compraría su participación en un plazo de cinco años (2012) sin pérdida de valor y se comprometía a buscarle un comprador para su 5,57% si tras un plazo de dos años expresaba su voluntad de abandonarla, como hizo el año pasado.

La caja negó hace meses la existencia de un acuerdo en ese sentido, aunque según expresó UGT en la última asamblea de la caja de junio pasado, la dirección encargó un informe para determinar el impacto económico de un acuerdo privado con Añón. En declaraciones a LA OPINIÓN durante la entrevista, José María Castellano, reconoció la existencia de un cierto compromiso. "Llegaremos a un acuerdo porque parece que el señor Añón tiene derecho a salir de la corporación", dijo.