España es, junto con Grecia y Rumania, uno de los países de la Unión Europea con mayor número de ciudadanos que viven en la pobreza pese a trabajar (el 11,4% de los empleados, frente al 8,4% de media comunitaria). Ello se debe a la alta tasa de contratos temporales (25% del total, la segunda más alta de la UE tras Polonia), según un informe publicado ayer por la Comisión Europea.

Además, la tasa de trabajadores pobres en España ha ido aumentando a un ritmo constante desde el 10,4% que se registraba en el año 2005 hasta el 11,4% en 2009. En el conjunto de la población, la proporción total de españoles en riesgo de pobreza también se incrementó debido a la crisis desde el 19,6%, registrado en 2008, hasta el 20,7% en 2010 (frente al 16,4% de media en la UE).

El Ejecutivo comunitario denuncia una vez más la "dualidad" del mercado laboral español, con "una legislación de protección del empleo a dos velocidades". "El mercado laboral para trabajadores con contratos fijos está altamente regulado, mientras que el de los empleados con contratos temporales o atípicos es muy flexible", señala el informe.

Además, los trabajadores temporales cobran mucho menos y "han sufrido lo peor de la recesión". La tasa de transición de contratos temporales a fijos en España está por debajo de la media comunitaria (33% frente a 34,6%). "España experimenta también una creciente desigualdad de ingresos", destaca Bruselas. De media, el 20% de los trabajadores con mayores ingresos ganan seis veces más que el 20% de los que tienen salarios más bajos. Se trata de una de las ratios de desigualdad salarial más altas de la UE, al mismo nivel que Portugal, Rumanía o Letonia.