En las conclusiones de la vista celebrada a lo largo de esta semana, las partes resaltaron el contrato firmado el 3 de agosto de 2007 entre Manuel Jove y Fernando Martín. Según declaró el propio acusado en el primer día de juicio, dicho acuerdo se firmó porque el empresario vallisoletano le "amenazó" con una demanda "si no le daba 200 millones". El abogado de Jove descartó cualquier delito o actuación "imputable" a su cliente ya que, según indicó, Martín firmó una cláusula para no iniciar acciones de responsabilidad tras la venta de los activos. El defensor de Martinsa consideró "sorprendente" que Jove se aviniese a hacer una operación de 200 millones por temor a una denuncia y se preguntó si habría "alguna sospecha de que esa demanda podía ser fundada". Si hubo amenazas, según el letrado, tenían que haberse puesto de relieve en las contestaciones de la defensa previas al juicio. El representante de Jove argumentó que nunca ha visto una cláusula de renuncia "tan detallada" y replicó que a nadie "le gusta revelar que ha sido amenazado" y que Jove, además, "es bastante discreto".