La Xunta actuará de intermediaria para sacar al mercado en el plazo de tres años más de 4.500 viviendas del total de 32.000 inmuebles que permanecen sin vender en la comunidad autónoma. Para hacerlos más atractivos se rebajará su precio de manera que cuesten lo mismo que un piso de protección oficial. Así en las zonas más caras, por ejemplo, el precio máximo por metro cuadrado no deberá superar los 1.773 euros. Es decir, como mucho un piso de 70 metros cuadrados costaría 124.000 euros. Pero además tendrán otras ventajas: los interesados en adquirirlas no pagarán gastos de notaría ni de registro -que será asumido por los promotores-, disfrutarán de hipotecas en condiciones ventajosas y se beneficiarán de un descuento del 40% del IBI en los cuatro primeros años.

Para poner en marcha esta bolsa de viviendas la Xunta suscribió ayer un convenio con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), la Federación de Promotores de Galicia (Feproga) y las dos entidades financieras colaboradoras, Novagalicia y Caixa Rural.

La iniciativa está en marcha, aunque sin ninguna vivienda. Desde ayer los promotores que tengan viviendas en stock podrán incluir sus pisos en esta bolsa. Según se vayan incorporando estos inmuebles, los interesados podrán ir consultando, a través de la página web del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), las ofertas, sus precios y las condiciones generales de financiación de las entidades.

No es necesario estar inscrito en el Registro de Demandantes de Vivienda Protegida. Cualquier ciudadano puede consultar los inmuebles disponibles y si está interesado, tendrá que ponerse en contacto directamente con el promotor y con alguna de las dos entidades financieras para formalizar el contrato.

En esta bolsa de viviendas a precio tasado podrán incluirse todos aquellos pisos, siempre que sean nuevos y no estén usados, tengan licencia de ocupación concedida en los últimos tres años y reúnan los requisitos mínimos de habitabilidad. Los precios los fijará el IGVS teniendo en cuenta el importe de las viviendas protegidas que varía según el área geográfica del territorio. En los municipios de Vigo, Pontevedra, Ourense, A Coruña y Santiago el precio máximo será de 1.773 euros el metro cuadrado. El resto de Galicia el coste oscilará, según la zona, entre los 985 y los 1.212 metros cuadrados. En caso de conflicto entre comprador y vendedor, el Instituto Galego de Consumo ejercerá de árbitro.

La bolsa de vivienda ofertará también pisos de alquiler con opción a compra. Los inquilinos tendrán cinco años para ejercitar su derecho a adquirir el inmueble y se le descontará parte de las rentas que hayan invertido en el precio final.

Tras la firma del convenio, el presidente de la Xunta explicó que con esta iniciativa pretenden, por un lado, facilitar el acceso a una vivienda de los gallegos, pero también sacar al mercado el stock de pisos sin vender para reactivar el sector de la construcción.

No solo los promotores podrán deshacerse de los inmuebles que tienen sin vender sino también las entidades bancarias. La reforma financiera que aprobará mañana el Gobierno endurecerá las provisiones vinculadas a los activos inmobiliarios, lo que, según los expertos, forzará a los bancos y cajas a sacar al mercado los pisos que tienen en stock.

"La salud financiera pasa por la reactivación del sector del ladrillo", explicó el consejero delegado de Novagalicia, César González-Bueno, quien además se comprometió a seguir con un proyecto "viable, unido" y "servir a Galicia".

El director xeral de Caixa Rural, Jesús Antonio Méndez, advirtió que existe "una demanda latente" de personas que buscan vivienda y que se pueden beneficiar de esta iniciativa.