Los concesionarios gallegos fueron incapaces de vender ningún coche eléctrico durante el primer mes de 2012, según las estadísticas que maneja la patronal de los fabricantes (Anfac). En el conjunto de 2011, en Galicia se matricularon 38 unidades, casi todas adquiridas por empresas alquiladoras y la Xunta a través del plan Mobega. Los vendedores apuntan al elevado precio de los vehículos -pese a las ayudas-, a la escasa oferta comercial y a la autonomía limitada como causas del lento despegue del sector.

No ocurre así con los coches híbridos, que combinan motores eléctricos con los de combustión. En enero se matricularon 132 unidades en la comunidad gallega, frente a las 55 de un año antes, lo que supone una subida del 140%.