La atonía en el consumo es uno de los grandes enemigos a batir en la recuperación económica. Una de las claves de la segunda recesión a la que se encamina Galicia y todo el país. Hay menos ingresos por el paro y porque los que todavía pueden no mueven el bolsillo ante la desconfianza en que la situación mejore, la contención es la regla general en el presupuesto familiar en Galicia desde 2008. Cuatro años consecutivos de caídas del gasto doméstico, según la reciente publicación del Instituto Galego de Estatística (IGE) con la Contabilidad Regional del cierre del pasado ejercicio. Los descensos registrados en estos últimos meses, de hasta un 0,6% -con la excepción de lo ocurrido entre octubre y diciembre, donde la variación fue nula- están lejos del 1,6% de desplome que se alcanzó en los primeros compases de 2009, cuando empezó el golpe del desempleo en Galicia. Pero sí suponen una mayor intensidad de los recortes que en el precedente 2010 y la antesala de lo que puede ser el comportamiento del consumidor en 2012 entre las advertencias de que será, otra vez, muy duro.

El volumen de gasto de las familias alcanzó en 2010, el último ejercicio del que hay cifras absolutas, los 29.006 millones de euros. Lo que ya muestra la importancia que tiene el desembolso del sector privado como motor económico. Son 400 millones menos que en 2009, casi mil en comparación con 2008, año en el que la partida tocó su máximo histórico, 29.980 millones. La caída desde entonces es del 5,6%.

Desequilibrio

Los recortes no afectan igual a todos los territorios. De hecho, en buena parte de España la caída del presupuesto familiar empezó a flojear ya en 2007. Es el caso de Canarias, Murcia, Baleares y Comunidad Valenciana, regiones especialmente vinculadas al pinchazo del sector del ladrillo, y que acumulan los mayores descensos en el gasto particular, con un 17%, un 16%, un 15,7% y un 12,5%, respectivamente. Por encima de la media, que roza el 7%, figuran también Castilla y León (10,4%), Cataluña (7,6%), Aragón (7,3%) y Andalucía (7%). En el resto, se repiten las caídas, aunque en menor proporción. De un 6,6% en Madrid; un 5,3% en Castilla-La Mancha; un 4,3% en Extremadura; un 3,9% en Navarra y Cantabria; un 2,8% en La Rioja; en País Vasco se sitúa en un 0,9%; un 0,8% en Ceuta y Melilla; y, finalmente, la excepción, Asturias, con un gasto más elevado, un 2,5% superior al de años de bonanza.

El gasto medio por hogar tampoco es el mismo. En el conjunto del Estado ascendía a finales de 2010 a los 29.782 euros por ejercicio. Unos 300 euros menos, hasta los 28.444, ronda el presupuesto habitual en Galicia. Nada que ver con Madrid, que supera los 35.300, Navarra, con 34.600, o los 33.800 del País Vasco. Ocho comunidades cuentan con un volumen menor que los hogares gallegos. Andalucía, con 28.456 euros; Aragón, con 28.116; Canarias, donde el desplome deja el gasto en solo 24.700; unos 26.300 en Castilla y León; 26.800 en Castilla-La Mancha; de 27.000 en la Comunidad Valenciana; alrededor de 24.600 en Extremadura; y Murcia, con poco más de 27.000 euros por familia al año.

¿Cuáles son los principales capítulos del presupuesto familiar en Galicia? El pago del alquiler está a la cabeza, con más de 20 de cada 100 euros que se desembolsan, más de 5.400 millones de euros. Le sigue la lista de la compra, con el 15,6% de todo el gasto. Unos 4.500 millones. El coste del mantenimiento del coche, abastecimiento de carburante incluido, absorbe más de un 8%, casi 2.500 millones. Un 7,7%, hasta 2.251 millones, se va para comer fuera y tomar algo. Con cerca de 2.000 millones, el 6,4%, aparece ropa y calzado. El abono de seguros, el teléfono, la compra de vehículos y los recibos de casa oscilan entre el 3% y el 8% del total.

Estos son los principales pesos para el bolsillo del consumidor en Galicia. Una radiografía que permite entender el impacto de los recortes a los que se han visto obligados las familias para afrontar el complicado contexto económico. El ahorro ya no es solo cuestión de partidas que pueden parecer no prioritarias. En un escenario complejo no se libran ni los productos básicos.

Tras la compra de vehículos -el gasto más ajustado con la crisis-, el mobiliario (23,5%) y servicios de transporte (19,6%), están los medicamentos, con una reducción es del 18,4%. La rebaja en textil para el hogar es del 17,6% y del 16,4% en otros gastos de mantenimiento de la vivienda; prácticamente un 15% en planificación de las vacaciones; un 13,8% en el uso del coche; en la misma cantidad cae el dinero disponible para salir a comer o cenar; un 13,6% el alojamiento; y un 13,2% el ocio.

Hay partidas en las que cerrar el grifo es especialmente difícil. De poco vale controlar el consumo en el hogar si el producto eleva su coste. Lo que provoca que entre tantos recortes a productos de consumo básicos haya un incremento de gasto en alcohol y tabaco, del 7,7% y el 5%, respectivamente, durante el año 2010, coincidiendo además con los nuevos tipos aplicados a los impuestos Especiales y, en general, al encarecimiento escalado de todas las marcas de cigarrillos.

Pero si llamativas son estas subidas, más lo son las que experimentan los recibos que periódicamente asumen las familias. Agua, basura, alcantarillado y otros gastos comunitarios, ligados a la gestión municipal, acumulan un disparado aumento del 29% en dos años, hasta los 585 millones de euros anuales, un 2% del presupuesto familiar total. Las otras tarifas comunes para el mantenimiento de una vivienda -luz, gas y otros combustibles- escalaron más de un 21%, con casi 1.100 millones, el 3,8% del gasto familiar en Galicia durante 2010.

La factura del teléfono, en cambio, se mantuvo estable, con una ligera alza del 0,04%. En números absolutos, el coste de las comunicaciones en las familias supone 865 millones, el 3%.

La educación protagoniza la mayor alza en el gasto familiar. Un 16% más entre primaria e infantil, un 59,7% en superior y otro 43,8% en el resto de estudios. En línea con las preocupaciones derivadas de la crisis, aumenta también el desembolso para la contratación de seguros privados, que supera los 1.000 millones de euros, un 3,1% más que en 2008. Prensa y libros aguantaban la estocada, con un incremento del 6% hasta 2010. Y los más pequeños de la casa, que, pese a la situación, reciben un 21% más de paga.