La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, se ha mostrado dispuesta a hablar con los agentes sociales y los grupos parlamentarios de todas las materias que forman parte de la reforma laboral "sin exclusiones", pero les he pedido a todos ellos que hagan "propuestas concretas", porque, según dijo, hasta ahora no las ha habido.

Tras reunirse en la sede del Ministerio con la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes), Báñez ha dicho que el texto de la reforma puede discutirse "parte por parte" y ha señalado que, aunque ya está habiendo contactos técnicos con los sindicatos, todavía no han puesto ideas concretas sobre la mesa.

La ministra de Empleo ha respondido así al ser preguntada por el margen de maniobra que dará el Gobierno a la modificación de la reforma tras las manifestaciones sindicales que se celebraron ayer en las principales ciudades españolas.

De ellas, Báñez ha dicho que lo que le ha "sorprendido de veras" es que entre los asistentes se encontraban miembros del PSOE que formaron parte del Ejecutivo anterior, al que ha responsabilizado de la crisis y de que España tenga ahora 5,3 millones de parados y una tasa de desempleo juvenil que roza el 50%.

La titular de Empleo ha asegurado que el Gobierno "respeta" las movilizaciones sindicales contra la reforma, pero ha insistido en que también pide soluciones y propuestas concretas al texto normativo. "El Gobierno es respetuoso con las manifestaciones de ayer, pero es el tiempo de la responsabilidad, de las soluciones y las propuestas", ha añadido.

La ministra ha subrayado que la intención del Ejecutivo es enriquecer la reforma laboral, pues ésta será mejor "cuanto más respaldo social y parlamentario tenga". "El Gobierno está escuchando a todo el mundo", ha dicho Báñez en referencia a las reuniones que está manteniendo con agentes sociales y económicos y organizaciones de autónomos.

Báñez ha negado que esta reforma esté pensada para satisfacer a la parte empresarial, sino que está hecha "para la gente corriente", y ha recordado a los sindicatos que el Gobierno ha legislado en aquellas materias donde fueron "incapaces" de llegar a acuerdos con las patronales CEOE y Cepyme.

"Este Gobierno ha actuado después de pedirle a sindicatos y empresarios un acuerdo (...) y ya avisamos que donde no hubiera acuerdos en materias importantes actuaríamos. Y este Gobierno, por responsabilidad, ha hecho lo que ha hecho", ha insistido la ministra.

La economía social, un "sector clave"

Tras su encuentro con los representantes de Cepes, la titular de Empleo ha calificado a la economía social de "sector clave" para la salida de la crisis pues, en su opinión, es el que mejor se ha adaptado a las circunstancias económicas. "Su experiencia es vital para hacer de esta reforma laboral la más útil de la democracia", ha precisado.

Por su parte, el presidente de Cepes, Juan Antonio Pedreño, ha destacado que las empresas de la economía social han conseguido mantener y crear empleo con "dos señas de identidad": la moderación de sueldos y la reinversión de beneficios. Eso es lo que les ha permitido, ha dicho, crear 4.500 empresas y 33.000 nuevos empleos en los últimos dos años.

Pedreño ha indicado que están trabajando en un plan de empleo de la economía social que podría crear 200.000 puestos de trabajo en los próximos cuatro años. El presidente de Cepes ha pedido a la ministra que se reconozca la labor de la economía social en la reforma laboral o en la futura Ley de Emprendedores, y ha apuntado como su mayor discrepancia hacia la reforma el que pueda generar precariedad en el mercado laboral.