La porción que ocupa el carbón en la tarta energética española vuelve a ganar tamaño, pero no todas las térmicas echan el mismo humo. La central de Meirama (Cerceda) redujo su producción un 62% en 2011 respecto a 2010, pese a la escasez de lluvia y viento, lo que provocó un considerable descenso de energía eólica e hidráulica y favoreció la entrada de las térmicas en el sistema eléctrico. Por eso, el comité de empresa de la central coruñesa achaca la caída productiva a la entrada en vigor del decreto del carbón, norma que aprobó el Gobierno de Zapatero para dar salida al stock de mineral nacional -que no se vende por ser más caro y contaminante, según el sector- y que margina a las térmicas gallegas, adaptadas para quemar mineral importado.

El carbón cubrió el 16% de la demanda de energía nacional del pasado ejercicio, una tasa que supone el doble de la registrada en 2010, que fue del 8% según los datos publicados por Red Eléctrica de España (REE). El último Informe anual de supervisión del mercado eléctrico de 2011 elaborado por la Comisión Nacional de Energía (CNE), también destaca que, en total, las centrales españolas primadas para producir energía con carbón nacional cuadruplicaron las horas de funcionamiento el año pasado, al pasar de 1.029 horas en 2010 a 4.437 (un 331% más). La generación con mineral foráneo también se incrementó, aunque en menor medida, ya que estas instalaciones funcionaron un 15,4% más que un año antes.

La térmica de Meirama, sin embargo, registró un importante descenso en su producción, al generar unos 850.000 megavatios por hora (MWh) en 2010 y cerrar 2011 con solo 320.000 MWh, lo que supone un desplome del 62%. La planta coruñesa de Gas Natural Fenosa tuvo un funcionamiento intermitente durante el pasado ejercicio, hecho que el presidente del comité de empresa, José Ramón Vázquez, achaca al decreto del carbón, que favorece la entrada en el sistema eléctrico de las térmicas que consumen mineral nacional antes que la de Meirama. El representante de UGT, pese a todo, confía en que este año la producción se estabilice, ya que desde enero las calderas de la central funcionan de manera "continuada", aunque no a pleno rendimiento.

Otros factores

El decreto del carbón -que entró en vigor en febrero de 2011 tras meses de litigios judiciales-, marginó tanto a Meirama como a As Pontes dentro del sistema eléctrico nacional, al abocarlas al vagón de cola. Pero varios factores coyunturales y meteorológicos entraron en juego para evitar la paralización de las térmicas gallegas.

El aumento de los precios del gas natural debido a las tensiones en los mercados por los conflictos árabes contribuyó a que se redujese un 22% el uso de las centrales de ciclo combinado -las más desplazadas por la norma de restricciones por garantía de suministro- y disparó la quema de carbón en España, tanto nacional como de importación, cuyo precio pasó a ser más competitivo. A esta situación hay que sumar las condiciones meteorológicas de este año, sobre todo de los últimos meses, en los que la escasez de precipitaciones y viento redujeron de forma considerable la producción de las centrales hidroeléctricas -bajó un 28% en 2011-y de los parques eólicos.

Las térmicas que consumen carbón importado también se vieron favorecidas por los fallos técnicos sufridas por otras centrales y por la entrada tardía del decreto. De hecho en 2011 solo se quemó un 79% de los más de 10 millones de toneladas previstas, según la CNE. El restante se incluirá en el cupo de este año.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, aseguró ayer que la posible subida del próximo recibo de la luz no irá a la cuenta de resultados de las compañías eléctricas sino que servirá para pagar las primas de las centrales termosolares y fotovoltaicas que se han puesto en servicio en los últimos meses y los impuestos adicionales.

En este sentido, calificó de "muy acertada" la decisión del Gobierno de "parar la burbuja solar y renovable" mediante la revisión de las primas a estas actividades reguladas, y apostó por "elegir bien" el mix energético español.

El presidente de Iberdrola detalló durante una entrevista en la Cadena Ser que de la factura de la luz aproximadamente la mitad es lo que las empresas generadoras y distribuidoras se quedan, mientras que la otra mitad "no tiene nada que ver con las empresa tradicionales y son temas de impuestos, tasas y subvenciones". Sánchez Galán destacó que España apostó en los últimos años por las renovables pero no buscando las más adecuadas desde el punto de vista económico sino "por otras circunstancias", por lo que el mix de generación se lleva casi el 40% del coste de la factura al tener unas primas a unas tecnologías muy costosas.

El presidente de Iberdrola también lamentó que los cerca de 7.000 millones de euros que llegó a tener por el déficit de la tarifa eléctrica impidieron a la compañía expandirse y comprar alguna empresa como su filial Scottish Power.