1. Arbitraje. Es la vía que ha promocionado la Xunta abiertamente. No es una solución general para todos los afectados ya que es voluntaria para el banco: Novagalicia decide qué casos acepta y cuáles no. El porcentaje de devolución del dinero en los laudos favorables oscila entre el 90 y el 99%. Si se pierde la mediación se cierra la puerta a la vía judicial.

2. Demanda judicial. Es una querella al uso en un juzgado de primera instancia. El objetivo es buscar la nulidad del contrato de preferentes o subordinadas por mala praxis bancaria -como firmas falsas- o vicio de consentimiento -fallo en la información-. Todas las sentencias habidas hasta ahora en España son favorables. Sigue abierta también la demanda civil colectiva de la Fiscalía.