Novacaixagalicia, la caja que resultó de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova y que hace un año traspasó su negocio financiero a NCG Banco (Novagalicia, en su marca comercial), podría perder el 7% del capital que mantiene en la entidad que preside José María Castellano si la nueva inyección de fondos públicos con cargo al rescate de hasta 100.000 millones de euros que la Unión Europea prestará a España se articula a través de una ampliación de capital.

El real decreto de reestructuración financiera que aprobó el Gobierno el pasado viernes no aclara qué formula empleará el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para recapitalizar el banco con entre 6.000 y 7.000 millones de euros. De hacerlo a través de una ampliación de capital convencional -sin ningún condicionante- la participación de Novacaixagalicia como accionista en el banco podría reducirse a un parco 2% (ahora tiene el 6,84% con 181 millones de euros). A partir de esa participación se calcularía el dividendo que percibiría cuando el banco logre beneficios y con el que pretende financiar la obra social.

La ampliación de capital perjudicaría además a los inversores gallegos que el pasado mes de diciembre adquirieron al FROB una pequeña parte del capital del banco a cambio de la inyección de 70 millones de euros.

Novacaixagalicia se enfrenta además a una triple encrucijada porque al peligro de la dilución se une la obligación de que los accionistas de los bancos rescatados asuman parte de las pérdidas, como sí explicita el nuevo decreto, y la paralización de la ley gallega de fundaciones de carácter especial, con la que la Xunta pretendía regular la transformación de la caja en una fundación.

El FROB tiene que determinar qué descuentos se aplican a los accionistas del banco antes de inyectar capital procedente del rescate europeo, de modo que la caja podría perder su patrimonio. Y eso un año después de que una valoración del Banco de España redujese el valor de la entidad a 181 millones de euros tras aplicar un descuento del 88% al valor que Novacaixagalicia tenía entonces en sus libros contables. La única manera de preservar el patrimonio de la entidad es, según algunos consejeros de la caja, es convertirla en una fundación, pero la ley que debía regular este proceso ni ha sido promulgada ni lo será antes de que se inicie el nuevo periodo de sesiones en el Parlamento, el próximo 16 de noviembre. El PP gallego presentó una proposición de ley para amparar la transformación de la caja, pero el adelanto electoral ha suspendido su tramitación.

Novacaixagalicia, pese a haber transferido su negocio financiero a Novagalicia Banco, todavía no ha completado su conversión en fundación (como obliga el Real Decreto del 4 de febrero). De ahí que la próxima inyección de capital en el banco que preside José María Castellano, aparejada al impass normativo provocado por la convocatoria de elecciones, deja a la entidad en una situación de "interinidad" que todavía no se ha resuelto.

Según la Ley de Fundaciones del Estado -a falta de una específica de carácter especial para Galicia-, "la enajenación de los fondos requerirá la autorización del Protectorado".

El decreto de reestructuración y resolución de entidades financieras (aprobado el pasado viernes) explicita que han de ser los accionistas, socios, cuotapartícipes y acreedores subordinados (preferentes y subordinadas) los que soporten las pérdidas derivadas de la reestructuración de Novagalicia Banco. El artículo 4 de dicho decreto dice textualmente: "El FROB no se considerará en ningún caso incluido entre los accionistas", por lo que la orden de prelación (para repartir las quitas) no le afectará.

Fuentes de la Consellería de Facenda aseguraron que la conversión en fundación "depende de los órganos gestores" de la caja. Sin embargo fuentes de Novacaixagalicia reconocen su desconocimiento sobre cómo han de sortear el parón surgido del adelanto electoral en Galicia. "Íbamos de mano de la Xunta y decidimos acelerar los trámites para la conversión en fundación", apuntan fuentes vinculadas a la caja.

"El próximo consejo de administración analizará el impacto de la convocatoria electoral", añadieron las mismas fuentes, que reconocieron que el actual contexto "sí influye" en el futuro de la caja única. Si antes no hay una convocatoria extraordinaria, el próximo consejo de la caja se celebrará el jueves 27 de septiembre, cuando Oliver Wyman haya determinado las necesidades exactas de capital de Novagalicia.