Los trabajadores de la empresa coruñesa Industrias Caamaño -con sede en Culleredo y que se dedica a la carpintería en aluminio y acero- denunciaron ayer el despido de la mayoría de los empleados que en los últimos meses participaron en las protestas para reclamar a la dirección el pago de los salarios que les adeuda -más de cuatro nóminas-. Los afectados son una decena de profesionales, incluidos tres delegados de personal, que secundaron las jornadas de huelga celebradas durante los meses de junio y julio, según informó ayer el sindicato CIG.

Los afectados aseguraron que la propia empresa -el propietario y el gerente- reconoce que algunos despidos son improcedentes pero que les comunicó "verbalmente" que si quieren recuperar las cantidades impagadas tendrán que recurrir a la vía judicial.

La deuda contraída con la mayoría de los empleados incluye cuatro meses de salario, dos pagas extraordinarias y los atrasos correspondientes a los tres últimos años. A estas cantidades habría que sumar las indemnizaciones por los despidos reconocidos por la propia firma como improcedentes. Precisamente, según los trabajadores de Industrias Caamaño, todos los despidos realizados hasta el momento están recurridos judicialmente.

Los profesionales despedidos por la compañía, según los afectados, son los que llevan más años trabajando en la empresa, por lo que la plantilla cree que la dirección está aprovechando para ejecutar un expediente de regulación de empleo (ERE) encubierto, "para deshacerse del personal más antiguo de un modo barato".