El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Ben Bernanke, ha defendido las nuevas medidas adoptadas este jueves por la institución, como la puesta en marcha de un nuevo programa de compra de valores respaldados por hipotecas, aunque ha avisado de que sus actuaciones no son la "panacea" y "no curan todas las enfermedades" de la economía por sí solas.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la FED, Bernanke incidió en que la política monetaria no resuelve por sí sola todos los problemas ni la institución cuenta con "herramientas lo suficiente fuertes para resolver el problema del desempleo", por lo que los políticos tienen que hacer lo que les corresponde a ellos.

"Esperamos que los políticos en otras áreas cumplan con su parte. Nosotros cumpliremos con la nuestra e intentaremos asegurar que el desempleo avanza en la dirección correcta, pero no podemos resolver este problema nosotros solos", incidió.

El presidente de la Fed reconoció que la situación en el mercado laboral "sigue siendo una grave preocupación", e incidió en que el nivel actual de la recuperación económica no es lo suficientemente rápido para permitir que descienda la tasa de desempleo.

Respecto a la posibilidad de adoptar nuevas medidas en caso de que no se logre una mejora de las condiciones del mercado de trabajo, apuntó que se siguen valorando diferentes opciones, como anunciar nuevas compras de deuda, modificar los programas ya en marcha o aplicar otras herramientas de comunicación para transmitir mejor sus actuaciones.

Duración de las medidas

En este contexto, incidió en que la Fed no puede precipitarse a la hora de abandonar una política monetaria altamente acomodaticia y se comprometió a esperar a comprobar que la recuperación está "bien establecida".

"No vamos a ser prematuros a la hora de retirar la política acomodaticia; incluso si la economía comienza a recuperarse más rápidamente, incluso si la tasa de desempleo comienza a descender de forma más decisiva, no vamos a precipitarnos para ajustar nuestra política", garantizó.

Sin embargo, al mismo tiempo matizó que tampoco se pueden prolongar los programas de compra de deuda hasta que se logren todos los objetivos de su mandato, como el pleno empleo, ya que la idea es acelerar la recuperación para que la economía crezca y pueda generar nuevos empleos y reducir la tasa de paro.

El presidente de la Fed reconoció que surgirán críticas en contra de estas medidas tanto desde dentro como desde fuera de la institución, pero defendió que, pese a no ser la panacea, "tienen la fuerza suficiente para ayudar a dar un empujón a la economía en la dirección correcta". Además, descartó que sus actuaciones obedezcan a motivos políticos.

Bernanke también se adelantó a las posibles preocupaciones que surjan en torno al denominado 'Quantitative Easing 3' y aseguró que las medidas de la Fed no son comparables con el gasto del gobierno, al mismo tiempo que afirmó que la inflación sigue bajo control y que la institución tiene medidas para hacer frente a un posible incremento de la misma.

En esta línea, reconoció que es consciente de las preocupaciones de los ahorradores, pero recalcó que apoyar a la economía en general también es beneficioso para ellos. Así, confió en que las compras de valores respaldados por hipotecas ayuden a mejorar la situación del mercado inmobiliario.