Ni la oposición ni la patronal ni los sindicatos ni los analistas. Nadie parece satisfecho en Portugal con los nuevos ajustes de su Gobierno. La prensa portuguesa en bloque ha lanzado duras críticas a los planes del Ejecutivo, de signo conservador, y recoge incluso el descontento entre diferentes sectores del partido gobernante, el socialdemócrata, y de sus socios, el CDS-PP.

La manifestación más evidente del descontento que se ha generado en la calle se ha visto en la red social Facebook, donde una entrada sobre los recortes publicada en su perfil por el primer ministro, Pedro Passos Coelho, suma más de 50.000 comentarios, la gran mayoría negativos. Se especula además con que el nuevo paquete de medidas rompa el consenso entre el Gobierno y el Partido Socialista, un punto muy ensalzado por la troika. UGT, que pactó la reforma laboral, amenaza con abandonar el diálogo social.