El juicio de la administración concursal de Martinsa contra el empresario coruñés Manuel Jove y su número dos en Fadesa, Antonio de la Morena, por unos terrenos en México, quedó ayer visto para sentencia después de que las partes expusiesen sus conclusiones. Los demandantes aseguraron que Jove organizó una trama -con la connivencia de De la Morena- para quedarse con unas fincas que interesaban a Fadesa en México. El objetivo, dijeron, era venderlas pasados unos años a un precio muy superior y así aumentar su patrimonio personal. La defensa de los dos empresarios, por su parte, acusó a la administración concursal de Martinsa de insultar "gratuitamente", sin tener pruebas, y criticó que la demanda se base en que el precio por el que Jove vendió a Fadesa los terrenos era muy superior al real y que para acreditarlo solo se aporte una valoración de las propiedades. "Ustedes son los que demandan y en cambio somos nosotros los que ofrecemos las pruebas y los testigos. Llevamos el peso del proceso porque apenas han traído documentos ni testigos para sustentar sus acusaciones", criticaron los abogados de Jove y De la Morena.

"La demanda es maliciosa, contra personas honorables, y no tiene fundamento. Al mismo tiempo, es contradictoria con las actuaciones de Martinsa-Fadesa y la administración concursal, y surrealista", sentenció el abogado del empresario coruñés, José Antonio Caínzos. "Es una demanda financiada por Manuel Jove -en referencia a que es uno de los acreedores, porque la empresa propiedad de Fernando Martín aún no abonó la mayor parte del dinero de los terrenos- contra él mismo, sin quererlo", añadió.

La defensa del expresidente de Fadesa también denunció que la argumentación del demandante es contradictoria porque "no aclara" si el objeto de su reclamación es que los terrenos de Loreto "no valían nada" o si hubo "pérdida de oportunidad" por parte de Fadesa cuando la empresa patrimonial de Jove en México, Iagamex, compró las fincas. "O los terrenos no valían nada o sí valían y se reclama la pérdida de oportunidad, pero las dos cosas no pueden ser", espetó Caínzos a la administración concursal.

El abogado del empresario coruñés destacó también que la denuncia de que las fincas no valían los 118 millones que la filial de Fadesa en México, Fadesamex, acordó pagar a Jove se basa en una única valoración "con errores de cálculo". "Al perito de Protiviti que elaboró el informe se le ocultaron datos importantísimos que cambiarían la valoración de los terrenos. Mientras, los numerosos peritos aportados por la parte demandada no incurrieron en contradicciones. Además coinciden con otras valoraciones encargadas por Martinsa y la administración concursal que otorgan a los terrenos un valor similar al de venta", relató Caínzos.

La defensa de Jove tachó la demanda de "surrealista" puesto que se pide una compensación porque la operación se cerró, supuestamente, a un precio superior al que correspondía pero que aún no ha sido abonado totalmente. "Hay un precio fijado del que se pagaron 20 millones. Pendientes hay 98 y se exige devolver 108 millones y quedarse con los terrenos. Ni siquiera se pide rescindir el contrato. Y las posibilidades de pago de los 98 millones, al estar en un crédito subordinado, son remotas", explicó.

Ante esta situación, Caínzos reclamó la desestimación íntegra de la demanda y la imposición de las costas al demandante "porque es la única forma de reparar el daño hecho al buen nombre de los demandados". "El proceso conllevó multitud de gastos a los demandados, que aportaron la mayor parte de las pruebas y testigos. Pediría más rigor a la administración concursal", concluyó el representante del expresidente de Fadesa.

El abogado de De la Morena, por su parte, insistió en que la demanda carece de fundamento y destacó que la compraventa de los terrenos de Loreto no fue discutida en ningún momento y sí fue confirmada en numerosas ocasiones tanto por Martinsa-Fadesa como por la administración concursal.

"Un buen ejemplo de que la demanda no tiene base es que Adicae, que defiende a los consumidores, se retiró del proceso al ver los informes periciales de los terrenos solicitados por Martinsa y la administración concursal -que avalan el precio de venta-", sentenció el letrado defensor del número dos de Fadesa, Pedro Rodríguez Rodero.

"Jove no perjudicó a la compañía porque Fadesa no quería los terrenos y él decidió comprarlos. En 2006 Fadesa se interesó de forma espontánea porque le podía favorecer en su plan de expansión internacional", resumió el abogado.

Rodero también calificó de "increíble" que los demandantes hable del valor del terreno y "solo" aporte una estimación, obviando u "ocultando deliberadamente" otras tasaciones encargadas por Martinsa y la administración concursal. "El valor que dan al suelo esos informes está cerca de los 100 millones, algunos incluso después de haber sufrido los efectos de la crisis. Y el hecho de que este valor se asuma en las cuentas de la empresa como real impide que haya un daño patrimonial", alegó el defensor de De la Morena. "Por todo ello, reclamamos una sentencia desestimatoria que contribuya a restablecer el honor y obligue al pago de las costas a la parte demandante por una actuación contraria a la buena fe", finalizó Rodero.

Los representantes de la administración concursal, sin embargo, aseguraron que Jove controlaba Fadesa y su firma patrimonial Iagamex, por lo que diseñó una trama para lograr un beneficio personal. "Se aprovechó de su poder para comprar unos terrenos, en sus propias palabras, maravillosos, para venderlos dos años después a Fadesa a un 9.000% de su valor", defendieron los abogados de la parte demandante. "De hecho, se sirvió de personal de la filial de Fadesa en México, Fadesamex, para realizar las gestiones relacionadas con los terrenos", añadieron.

La administración concursal considera probado que no hubo ningún cambio entre 2004 y 2006 que hiciese que el valor del suelo pasase del poco más de un millón que pagó Jove a los 118 millones que se comprometió a abonar Fadesamex. "Había voluntad de Jove y aquiescencia de De la Morena para lucrarse antes de la venta de Fadesa a Martín. Nadie le iba a comprar los terrenos a ese precio si no era la propia Fadesa", relató la parte demandante en sus conclusiones.

Los letrados que defienden los intereses de Martinsa aseguraron además que hubo un daño "directo y probado" a Fadesa y que si esa operación no se hubiese cerrado el pasivo actual de la compañía, de casi 98 millones, no existiría. Por ello, pidieron al juez que el fallo sea condenatorio y obligue a los demandados a indemnizar a la empresa.

La parte demandante aclaró también que los terrenos de Loreto, en los que se centra el juicio, se encuentran actualmente embargados por Iagamex, la sociedad patrimonial de Jove en México, ante el impago de las cantidades acordadas.