El Gobierno de Estados Unidos ha iniciado un procedimiento contra China ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por considerar que el país asiático subsidia ilegalmente las exportaciones de automóviles y sus partes.

Esas subvenciones "proporcionan una ventaja injusta" a los fabricantes chinos frente a los de Estados Unidos y otros países, indicó en un comunicado el Representante Comercial estadounidense, Ron Kirk, al informar del procedimiento iniciado ante la OMC.

Kirk recordó que esas subvenciones "están prohibidas" bajo las normas de la OMC y que China "acordó expresamente eliminarlas" cuando se adhirió a la organización en 2001.

En una conferencia telefónica con periodistas, funcionarios estadounidenses destacaron que la apertura del procedimiento ante la OMC se produce tras "numerosas conversaciones" con las autoridades chinas para solventar el asunto, sin que se llegase a un acuerdo.

"Nuestra lucha es por conseguir que los productos estadounidenses compitan en un campo de juego equilibrado", explicó uno de los funcionarios del gobiernos estadounidense.

Desde 2002 a 2012 las exportaciones chinas de piezas de automóviles "han pasado de 7.000 millones de dólares a 70.000 millones", agregó, lo que ha supuesto "inundar" el mercado mundial con el consiguiente daño para los productores de Estados Unidos y otras regiones.

Según Estados Unidos, China otorgó al menos 1.000 millones de dólares en subsidios a los exportadores de automóviles y sus componentes entre 2009 y 2011.

El Gobierno del presidente Barack Obama "está comprometido con proteger los derechos de los cerca de 800.000 trabajadores estadounidenses" vinculados a la fabricación de automóviles y sus partes, sostuvo Kirk en el comunicado.

Precisamente hoy, Obama reiterará sus críticas a la competencia comercial "desleal" de China en dos mítines en Ohio, un estado muy dependiente de la industria del automóvil y vital para lograr la victoria en las elecciones del 6 de noviembre.

En julio pasado, el Gobierno de Obama inició otra queja ante la OMC por los gravámenes impuestos por China desde diciembre a las importaciones de vehículos automotores fabricados en Estados Unidos.

Obama, que buscará la reelección en noviembre, ha afirmado en varias ocasiones durante los últimos meses que no va a permitir prácticas de competencia desleal en el comercio con China, mientras el candidato presidencial republicano, Mitt Romney, acusa al presidente de no plantar cara a Pekín con toda la firmeza necesaria.

En un comunicado, Romney comentó hoy que el procedimiento contra China en la OMC por los subsidios a las exportaciones de automóviles es "demasiado poco" y llega "demasiado tarde para las empresas estadounidenses y familias de clase media".

"La credibilidad del presidente Obama sobre este tema hace tiempo que desapareció", criticó Romney, quien prometió que si gana en noviembre hará frente "desde el primer día" a las prácticas "desleales" de China en materia comercial.