"No decidimos nada ni vamos a decidir nada por ahora". Así resumió un consejero de Novacaixagalicia la sesión de ayer del máximo órgano ejecutivo de la caja única, reunido ayer. La entidad, que posee menos del 7% de Novagalicia Banco, considera que no es posible su transformación en una fundación de carácter especial mientras en Galicia no haya una ley que regule este tipo de entes. Por eso tampoco ayer dio ningún paso que permita blindar el patrimonio heredado de las extintas Caixa Galicia y Caixanova, ante la quita que Bruselas pretende imponer a los accionistas de los bancos nacionalizados y la dilución de su capital ante una inyección de fondos públicos.

La decisión supone que la conversión se retrase hasta que haya tomado posesión el Gobierno que salga de las urnas y contradice el criterio de la Xunta, que defiende que el trámite podría completarse a pesar de no haber una ley. "La ley obliga a la caja a transformarse en una fundación, pero no dice cómo crear el patronato, cómo debe funcionar ni qué régimen fiscal le afecta", lamentó uno de los vocales tras la reunión en la que algunos consejeros apostaron por acelerar los trámites.

La entrada de nuevo capital en Novagalicia derivada de la recapitalización amenaza con diluir la participación que Novacaixagalicia tiene a día de hoy en el banco, y que ha de sustentar su futuro mediante los dividendos.

Fue el PP gallego -no la Xunta- quien presentó una proposición de ley de fundaciones de carácter especial, pero quedó en nada tras el adelanto electoral anunciado por Alberto Núñez Feijóo. Precisamente esa propuesta abogaba porque ocho de los doce miembros del patronato fueran designados por el poder político (cuatro por la Xunta y cuatro por el Parlamento gallego), además de conceder a la Consellería de Facenda la facultad de nombrar al presidente y vetar al gerente del organismo.

El presidente de Novacaixagalicia, José Manuel Carballedo, se reunió ayer con los representantes sindicales de la plantilla de la caja, para una primera "toma de contacto", en la que el directivo explicó que la falta de regulación específica gallega sobre las fundaciones de carácter especial impide captar fondos privados que ayuden a sustentar la viabilidad de la obra social. El único marco legal que ampara la transformación de la caja en fundación, "de carácter estatal", no permite esta vía de financiación, según fuentes sindicales. La ley propuesta por el Partido Popular gallego, que no se abordó en el Parlamento por culpa del adelanto electoral, sí incluía esta posibilidad. Todas las centrales sindicales apuran a Novacaixagalicia a transformarse en fundación especial para dar respuesta a su principal "objeto" de trabajo: "la obra benéfico social". CIG, CCOO, UGT, FSIE y ASCA reclamaron que el patronato "esté formado por profesionales independientes" que no cobren.