"Por la presente te comunicamos la extinción de la relación laboral que mantienes con nosotros mediante despido por causas objetivas". Con este encabezado se inicia el burofax que la Federación de Industria y Trabajadores (Fitag) de UGT envió a cinco empleados del departamento de formación que tenía en Galicia. El remitente -quien despide- es la matriz española, con domicilio en Madrid. "Dicho despido está amparado en el artículo 52, e) del Estatuto de los Trabajadores", explica la misiva. Este punto forma parte de la nueva reforma laboral aprobada por el Gobierno central, y publicada por el BOE el 7 de julio.

La web de la Fitag está encabezada con una imagen que rechaza la reforma laboral del PP, si bien la carta enviada a estos empleados hace referencia explícita a un artículo de la nueva norma. Alude a una disposición adicional que permite despedir por causas objetivas, con 20 días de indemnización por año trabajado y con un máximo de una anualidad, a trabajadores fijos empleados "directamente por entidades sin ánimo de lucro para la ejecución de planes y programas públicos". El mínimo finiquito legal se puede conceder cuando exista "insuficiencia de la correspondiente consignación para el mantenimiento del contrato de trabajo de que se trate", reza textualmente la ley.

En Galicia, donde se han producido los despidos, Fitag ha prescindido de dos personas en A Coruña, dos en Vigo y una en As Pontes. Todos los afectados se dedicaban al ámbito formativo, y dos de ellos trabajaban "en exclusiva" en la impartición y preparación de nuevos seminarios que reciben fondos públicos para su puesta en funcionamiento. Dos de las trabajadoras afectadas, que han pedido el anonimato, ultiman la presentación de una demanda contra la federación para que se reconozca que su despido es "improcedente". "Que nos den lo que nos corresponde", reclaman. Llevaban doce años trabajando en la Fitag.

Los empleados recibieron la notificación a mediados de agosto, cumpliendo el plazo de preaviso de quince días antes de hacer efectivo el despido "por causas objetivas". "La extinción de la relación laboral tendrá efectos del 31 de agosto de 2012", reseña la nota. Los trabajadores aseguran no haber tenido "ningún contacto" con Fitag desde que recibieron la carta, y quisieron desvincular a UGT -el sindicato matriz- de la decisión de la federación.

Aunque es un despido de cinco personas, Fitag no ha tenido que aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) ya que la decisión de prescindir de los trabajadores se tramita desde la federación de Madrid, no desde Galicia, donde trabajaban 21 personas. La ley establece que un despido colectivo precisa de la supresión de los contratos de "diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores" (artículo 51.1 del Estatuto de los Trabajadores).

Entre las causas argumentadas por Fitag está la "actual situación de crisis económica", que afecta al sindicato "por cuanto produce una disminución de las cuotas de afiliación vinculada al incremento brutal del desempleo". Además hace referencia a la "limitación", y en algunos casos "exclusión", de la participación de los sindicatos "en el desarrollo y gestión de la formación profesional para el empleo".

Estos despidos se conocen en la misma semana en que los trabajadores de Forem, la fundación para la formación de CCOO en Galicia, inician una huelga indefinida tras la decisión de la central de aplicar la reforma laboral a 24 personas.