Oliver Wyman dio al fin ayer su veredicto, según el cual Novagalicia Banco necesitaría 7.176 millones de euros para mantener un capital de máxima calidad del 6% si la economía española se precipitase a un abismo con una caída del Producto Interior Bruto (PIB) acumulada hasta 2014 del 6,5% y una tasa de paro del 27,2%, un escenario que como aseguró ayer el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, tiene una probabilidad de producirse inferior al 1%.

Novagalicia absorbería así un 12% de las necesidades globales de la banca española, que la consultora cifró ayer en 59.300 millones -53.745 si las fusiones en negociación siguen adelante y se computan los créditos fiscales de la banca no nacionalizada-. ¿De dónde salen esas cifras? La prueba de estrés se realiza sobre el balance de las entidades a 31 de diciembre, sobre el que se calcula el impacto que tendría un "escenario base" (bastante probable) de empeoramiento económico para el periodo 2012-2014 y otro, el "adverso" mucho más improbable.

En el primer caso, en el que las entidades tendrían que contar con una ratio de solvencia del 9% ante una caída acumulada del PIB de 1,7% y una tasa de paro del 23,8% en 2014, Novagalicia sufriría unas pérdidas de 9.139 millones, pero mantendría un colchón para hacer frente al deterioro de 5.173 millones. De ahí sale que el déficit del banco gallego en el escenario base sería de 3.966 millones. Las pérdidas en el escenario estresado se elevarían a los 12.738 millones -4.621 millones sólo derivados de los créditos al sector promotor y constructor- y el colchón para amortiguarlas, a 5.562 millones, por lo que el banco necesitaría los 7.176 millones que estima Oliver Wyman, una cifra que incluye las necesidades de Banco Gallego.

Buena parte de ese colchón para hacer frente al deterioro que Novagalicia acumula lo componen los 4.569 millones de provisiones que figuran en su balance a 31 de marzo. Suficientes para compensar en parte los cálculos de Oliver Wyman que reflejan que Novagalicia no generaría beneficios hasta 2014. En el supuesto base -y de mantener la entidad con el negocio actual- perdería 56 millones de euros al finalizar 2014, mientras que de producirse la debacle económica, sus pérdidas ascenderían a 800 millones.

Las estimaciones de la consultora superan muy ligeramente los cálculos presentados por el banco en julio pasado, cuando cifró sus necesidades en entre 5.000 y 7.000 millones de euros, pero como también se encargó de destacar varias veces Restoy, son muy superiores a la inyección de fondos públicos que recibirá la entidad presidida por José María Castellano. La suma definitiva está por determinar y será el resultado de aplicar a esos 7.176 millones varios descuentos.

Primero, el valor que tengan los activos inmobiliarios que se traspasarán a la sociedad de gestión de activos, también llamada banco malo. Después, el banco tendrá que aplicar una quita a los accionistas, y a los titulares de productos híbridos, como las participaciones preferentes y las obligaciones subordinadas. Si además, la entidad vende activos en medio del proceso, o los reduce -mediante la venta de oficinas, negocio y la reducción de personal- o capta capital privado, una opción expresamente reconocida ayer por el regulador bancario, reducirá aún más su factura.

Como el precio que tendrán los activos del banco malo y las quitas de los híbridos están por decidir, la cifra final de Novagalicia está en el aire, al igual que la que necesitará el conjunto del sistema financiero español, aunque el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, dio por hecho que todos estos descuentos reducirán las necesidades un 30%, hasta los 40.000 millones.

Tanto el subgobernador del Banco de España como el secretario de Estado de Economía insistieron ayer en que la idea del Gobierno es subastar cuanto antes las entidades nacionalizadas, entre las que se encuentra Novagalicia, aunque Restoy dejó claro que el proceso no será inminente en todos los casos. A pesar de que NCG Banco evitó ayer dar detalles en un escueto hecho relevante sobre las necesidades de capital detectadas por la auditoría, lo cierto es que la cúpula del banco mantiene su proyecto de conservar una entidad independiente en Galicia con la entrada de fondos de inversión norteamericanos y una posterior salida a Bolsa. Así figura en el plan de reestructuración que ya tiene diseñado y que tendrá que modificar en las próximas semanas para someterlo al criterio de la troika, que tendrá que aprobar la versión definitiva -con los cambios que exija- en noviembre.

Una vez revisado y aprobado, ese plan empezará a aplicarse con el traspaso de activos al banco malo -antes de que acabe el año- que como ayer remarcó Restoy, se producirá antes de la inyección de capital, que realizará directamente el fondo de rescate español, FROB. La cantidad que salga del cálculo final se suma a los 1,162 millones que recibió la fusión de las cajas y a los 2.465 millones que inyectó el FROB en el banco hace un año. El primer plan de recapitalización firmado por Castellano preveía que con esta ayuda, la entidad devolviese los 1.162 millones iniciales.