La salida neta de capitales del país -sin contar con las operaciones del Banco de España- alcanzó 235.375,7 millones de euros en los siete primeros meses del año, la cifra más alta de toda la serie histórica, como consecuencia de la huida de inversiones en cartera, préstamos y depósitos.

En el mismo periodo de 2011, el saldo era positivo y se acumulaba una entrada neta de capital de 17.689,3 millones, de acuerdo con los datos de la balanza de pagos del Banco de España.

El pasado mes de julio, no obstante, solo salieron 15.030,3 millones, muy por debajo de la cifra registrada el mes anterior (más de 56.000 millones).

De esta forma, se acumulan ya trece meses de salidas netas, si bien la mayor parte de ese saldo negativo se corresponde con operaciones interbancarias (entre entidades financieras), mientras que la parte de depósitos de empresas y familias que se van de España es pequeña en comparación (9.784 millones entre enero y julio).

Las inversiones en el mercado financiero acumularon salidas netas por valor de 164.882,4 millones. En lo que respecta a las inversiones de cartera se produjeron salidas netas valoradas en 83.353,4 millones.

Frente a las fugas de capital, las inversiones directas originaron en los siete primeros meses del año entradas netas de 1.311,6 millones, cuando un año antes entraban 763,4 millones.