La aspiración de Banesco, el primer banco privado de Venezuela, de poner una pica al otro lado del charco venía de lejos, con "una revisión estratégica de mercado" que le llevó hasta Novagalicia y, en aquel momento, su objetivo de salir del Etcheverría. Hoy una obligación desde Bruselas, la de desinvertir toda su cartera industrial, a cambio de los 5.425 millones de euros que recibirá del rescate financiero. Porque las negociaciones, según asegura el presidente de Banesco, Juan Carlos Escotet, se remontan seis meses atrás, hasta que el pasado miércoles se cerrara el principio de acuerdo para adquirirle a la entidad nacionalizada su 44% del capital en el banco con sede en Betanzos, y en el que Banesco asumirá un total del 70%, con la adquisición también de una buena parte de la participación que controla la familia fundadora.

"Hicimos la ruta de Colón al revés", comentaba ayer en la prensa venezolana el propio Escotet, el primero en anunciar públicamente, a través de su cuenta personal en la red social Twitter la firma de la "alianza" con "el decano de los bancos españoles". El máximo responsable del grupo financiero que controla el 12,7% del mercado venezolano confirma que la presencia en el accionariado del Etcheverría llega al 70%, con una inversión de 50 millones de euros, repartidas entre los 40 millones que costó el paquete de NCG y 10 más, que vincula a "capitalizar en un programa de expansión de la entidad a tres años, que busca agregar 50 nuevas oficinas a las 42 sucursales con las que cuenta en la actualidad". Ya en la nota de prensa que ambas entidades lanzaron para oficializar la operación se presentaba como "un proyecto que pretende liderar el mercado financiero gallego".

"El Etcheverría es un banco muy bien manejado por las generaciones familiares, muy solvente y con mucha eficiencia y tradición. Tiene una liquidez superior al 20% y un crecimiento en número de clientes por encima del 20%", alaba Escotet, que estos días estaba en España para cerrar los flecos del acuerdo. De ahí la decisión de mantener tanto al actual presidente, Javier Etcheverría, como al consejero delegado, Francisco Botas, al que además se le coloca como gestor del plan de crecimiento.

Hasta que el Banco de España autorice la operación, en el Etcheverría prefieren no hablar del porcentaje de capital, ni tampoco el montante de la venta. Ni dar más detalles, aunque reconocen que la situación actual del negocio financiero en Galicia -con NCG nacionalizada, la absorción del Banesto, muy implantado aquí, por su matriz Santander, y la integración también del Pastor en el Popular- "ofrece muchísimas oportunidades". En el sector dan por hecho que parte de esas oficinas que el Etcheverría quiere abrir podrían venir de los ajustes de red que están haciendo el resto de bancos.

Pese a que Escotet habla de un calendario a tres años vista, el crecimiento se mira en el Etcheverría "con rapidez". Una ración de optimismo para la plantilla, que destaca la operación como "la primera" que se aleja de los recortes en el sector. "Esto demuestra que se puede hacer algo diferente", sostiene Javier Castro, responsable de UGT- Banca en Galicia.