Novacaixagalicia, la caja gallega producto de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, es ya una fundación de carácter especial una vez que ha perdido su participación en Novagalicia Banco y tras la consulta a la Xunta realizada por la entidad, que inició los trámites para dar este paso hace más de cinco meses. El Ejecutivo gallego constató ayer la necesidad de que la caja dé el paso definitivo para esta conversión. Los representantes de Novacaixagalicia explicaron que la nueva fundación tendrá "los mismos fines" y conservará "las mismas líneas de trabajo y objetivos" que en la actualidad, por lo que la caja seguirá con su actividad normal pero bajo otra forma jurídica "más acorde con su dimensión y actividad, actuando de una forma más eficiente y operativa".

"Esta fundación nace con un balance patrimonial equilibrado, conforme al plan trazado por la caja en su Plan Estratégico 2012-2016 y con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de la gestión de una red de 90 edificios y un Monte de Piedad que tendrá como desafío principal mantener y desarrollar su obra social", destaca la nota con la que Novacaixagalicia anunció ayer su conversión. La memoria de actividad de la caja en 2012 revela que tiene 50.000 socios en la comunidad y que más de 100.000 personas participaron en sus actividades de envejecimiento activo. También concedió ayudas directas por importe de 750.000 euros para estancias en centros geroasistenciales -la caja posee seis que ofrecen 950 plazas de atención a la dependencia-.

La Xunta destacó que la transformación jurídica no afecta al funcionamiento de Novacaixagalicia sino que supondrá que la entidad actuará de una forma "más eficiente y operativa". Precisamente, el desarrollo de la fundación está pendiente de la ley que debe aprobar el Parlamento y en la que la Xunta se reserva el control, con la mayoría de miembros del patronato y la tutela de las inversiones. El Ejecutivo gallego deberá nombrar en los próximos días una comisión gestora.

El gran reto de la fundación, sin embargo, está en lograr fondos para mantener la obra social según el Plan Estratégico para 2012-2016. La reducción a cero del capital de la caja en Novagalicia obliga a buscar alternativas de financiación.

La participación que Novacaixagalicia tenía en NCG superaba el 6% y desapareció totalmente esta semana al inyectar el Gobierno los 5.425 millones de euros de ayudas procedentes del rescate europeo, con lo que el FROB pasa a tener el 100% del banco presidido por José María Castellano. De hecho, además de la caja, también perdieron todo el capital los empresarios gallegos que invirtieron en Novagalicia algo más de 70 millones.

El pasado 21 de diciembre el consejo de administración de Novacaixagalicia ya reclamó al Gobierno vías para financiar su obra social ante la reducción de su capital en el banco a cero -en una operación conocida como acordeón- dado que la falta de fondos pondría en riesgo la permanencia del catálogo de actividades que desarrolla en sus numerosos centros.