Los comités de empresa de las fábricas que Alcoa tiene en Galicia -en A Coruña y San Cibrao (Lugo)- esperaban ayer que el Gobierno aprobase la orden ministerial que regula la implantación de una nueva tarifa eléctrica para los grandes consumidores en el último Consejo de Ministros del año, después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) no publicase ayer la disposición. La Xunta, por su parte, concede unos días más, "antes de la finalización del año", para que esa orden entre en vigor con la aprobación de una tarifa de electricidad que garantice el futuro de las plantas gallegas de Alcoa.

Los representantes de los trabajadores de ambas fábricas tienen constancia de que la Comisión Nacional de Energía (CNE) dio el visto bueno al informe que regula el concepto de interrumpibilidad para las empresas de la gran industria con un alto consumo de energía, y que el texto se encuentra ya en el Ministerio de Industria. El departamento que dirige José Manuel Soria debería publicar esa orden antes del próximo martes 1 de enero, ya que el contrato energético actual -en vigor desde el 1 de enero de 2009-, finaliza el 31 de diciembre.

"Esperamos la publicación inmediata de esta orden", señaló ayer el conselleiro de Economía, Francisco Conde tras visitar el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de A Coruña acompañado por el alcalde Carlos Negreira. Conde añadió que "será muy buena noticia" la publicación de la orden que, de acuerdo con lo solicitado por los trabajadores de Alcoa, garantiza la supervivencia de las dos plantas que la multinacional tiene en Galicia.

Las plantillas gallegas de la compañía solicitaron a lo largo del año en numerosas manifestaciones un nuevo contrato energético más competitivo que permitiese a Alcoa conservar su viabilidad, dado que el coste de la energía para la producción primaria de aluminio supone el 40% del gasto. Los comités de empresa de cada planta recibieron de Soria a comienzos de octubre el compromiso de que Alcoa no se iba a marchar de Galicia por culpa de la tarifa eléctrica.

Los trabajadores de A Coruña, al igual que la empresa, aguardan por la aprobación oficial de la orden y la entrada en vigor del nuevo contrato, aunque por otro lado tienen una nueva preocupación respecto al futuro de la planta. La compañía les presentó la pasada semana una propuesta de congelación de salarios y supresión de la prima de competitividad dentro de su plan de recortes para reducir costes laborales debido a las pérdidas sufridas. La plantilla tiene previsto dar una respuesta a la empresa el próximo 8 de enero.