La Bolsa cerró la semana con una caída del 5,6%, con lo que las ganancias anuales son ya de menos del 1%. Se ha comido en solo 5 sesiones, casi todo el rally alcista del último mes.

La semana que termina estuvo marcada por la presentación de resultados de varios bancos como Santander, BBVA, Banesto o CaixaBank con caídas del beneficio del 59%, 44,2%, 28%, y 78,2% respectivamente. El menor beneficio de los bancos viene marcado por el aumento de las provisiones. Destaca el caso de Popular, donde no solo ha habido descenso de los beneficios sino que presentó pérdidas de 2.500 millones de euros, frente al beneficio de 479 millones de 2011. Esta caída no es exclusiva de los bancos españoles, Deutsche Bank lo redujo un 84%. Goldman Sachs calcula que el beneficio de la banca se normalizará en 2015.

Destacó también el levantamiento del veto a las posiciones bajistas por parte de la CNMV, avisado justo al cierre de la sesión del jueves, cumpliéndose así nuestra previsión. La Bolsa española retoma así la normalidad y se permite a los inversores invertir tanto al alza como a la baja, en línea con el resto de las principales Bolsas del mundo. Esta medida podría perjudicar en el muy corto plazo a las firmas con más problemas financieros y con tendencias bajistas más pronunciadas; como prueba que el viernes lideraran las caídas algunos de los títulos más habituales: Acciona se dejó casi el 13%, FCC el 9,14% y Tele 5 el 6,91%. Otros que pueden acusarlo son Abengoa o Bankia, valores con mayor volatilidad y que suelen corregir con mucha fuerza en las sesiones bajistas del Ibex. En la semana solo 3 valores del Ibex cerraron en positivo: BME, Viscofán y Gas Natural. Los peores fueron Acciona, FCC y Sabadell con descensos del 18%, 17% y 14% respectivamente.

Fuera de nuestras fronteras, destacó el dato de tasa de paro en Alemania que bajó hasta el 6,8%. Además Standar&Poor's mantuvo la calificación crediticia del BCE.

En la principal economía del mundo, EEUU, sorprendió la contracción del PIB del 0,1% en el último trimestre de 2012, el primero en recesión desde 2009, aunque cerró el año con un crecimiento del PIB del 2,2%. Y para cerrar la semana conocimos un buen dato de empleo de EEUU, que creó en enero 157.000 empleos, aunque la tasa de paro subió un 0,1% hasta el 7,9%. Acompañaron un buen dato de confianza del consumidor y otro de gastos en construcción y manufactura.

Destacó desde el punto de vista bursátil cómo el Dow Jones regresó a los 14.000 puntos y está a menos de 200 puntos de máximos históricos, marcados en 2007, antes del inicio de la crisis, lo que deja claro que la crisis en EEUU hace años que se dio por superada. En los últimos 3 años los principales índices del país subieron más del 100%. No hay signos de cambio de tendencia y todo apunta a que puedan continuar las alzas en 2013, quizás con más potencial en el corto plazo para el tecnológico Nasdaq, que se quedó algo rezagado frente al SP 500 y al Dow Jones, que ya están muy cerca de máximos.

En el mercado de divisas el euro superó los 1,3700 dólares y se dirige con rapidez al objetivo de 1,3785 dólares que marcábamos en esta misma sección la semana pasada cuando apenas superaba la cota de los 1,34 dólares.

Si una acción es una parte del capital de la compañía que sale a Bolsa, los dividendos son la participación en los beneficios de la compañía que tiene el accionista y a los que le da derecho tener una porción de la empresa. Por lo tanto al comprar acciones de una compañía tenemos derechos políticos, (votos en las juntas de accionistas) y derechos económicos, (dividendos). En el caso de los dividendos, no hay que tener ningún mínimo de acciones para recibirlos.

Para cobrar un dividendo hay que ser poseedor de la acción el día anterior al cierre. Eso quiere decir que si una acción reparte dividendo el día 11 de enero, para tener derecho a cobrarlo habría que tener la acción en el cierre del día anterior.

Hay dos tipos de dividendos: los ordinarios y los extraordinarios. Los ordinarios son los que se reparten en función de los beneficios de un ejercicio (a cuenta de 2009, por ejemplo). Los extraordinarios se reparten por algún hecho extraordinario (venta de alguna filial o parte de la empresa).

Y creo que llega la hora de abordar una de las preguntas más frecuentes que he recibido a lo largo de los años, sobre los dividendos y la estrategia, y que todos nos hemos hecho al comenzar a especular o invertir en Bolsa: ¿Es buena estrategia comprar una acción el día antes de que entregue dividendo? Pues la respuesta es NO.

Si una acción vale 30 euros y reparte 40 céntimos en concepto de dividendo, lo normal es que la acción descuente el dividendo en la apertura de esa sesión del reparto. Por lo tanto esa acción tenderá a abrir en torno a los 29,60 euros, descontando esos 40 céntimos en la apertura. Obviamente el mercado no lo puede poner tan fácil y es normal que descuente el dividendo, ya que ese dinero que poseía la empresa desaparece y va a parar a los accionistas, con lo cual el "valor" desaparece del precio del título y de su capitalización.

Si queremos beneficiarnos del dividendo, la estrategia correcta es buscar acciones en tendencia alcista, ya que en esas acciones podremos ganar dinero con la diferencia del precio de compraventa y a eso unirle los dividendos que hayamos cobrado.

En los últimos tiempos, ante la caída de ingresos por parte de muchas de las empresas cotizadas, que no quieren cancelar su dividendo, está siendo muy habitual el script dividend, también llamado dividendo elección o dividendo flexible, con el que se ofrece a los accionistas la posibilidad de cobrar los dividendos en acciones o en efectivo. Es decir, los accionistas pueden quedarse con las nuevas acciones que le correspondan en función de su participación o bien vender a la propia empresa o en el mercado los derechos sobre estos títulos y seguir así percibiendo el dinero en efectivo.

El problema de este tipo de dividendos que tanto se está popularizando, aprovechando la escasa cultura financiera de los inversores españoles, es que provoca un efecto dilución del valor de la compañía. Es una maniobra de marketing para dar a entender que se mantiene el dividendo, pero el dinero no sale de la caja de la compañía; es el accionista quien se paga a sí mismo. Se emiten nuevas acciones, lo que provoca efecto dilución. El problema vendrá cuando la mayoría de accionistas quieran el dinero en efectivo.