Un juzgado de Vigo y otro de Pontevedra condenaron a Novagalicia Banco a devolver 25.500 euros en total a dos clientes que compraron participaciones preferentes en las oficinas de Caixanova de Baiona y A Lama, a través de sendos contratos que han sido declarados nulos por vicio de consentimiento.

En la primera sentencia, el titular del juzgado de Primera Instancia 11 de Vigo ordena a Novagalicia a devolverle a un cliente suyo 20.000 euros por la venta de preferentes en un proceso que tacha de "burdo engaño".

El juez sostiene que, a partir del "abuso" de la confianza del cliente, la entidad "tomó su dinero" para invertirlo en un producto "de tal complejidad" que llevó a los actuales responsables de Novagalicia a "pedir perdón" por ofrecerlos a personas "con mínimos niveles de formación" mediante "el engaño y las malas artes".

La sentencia recoge que, durante la vista, la propia directora de la oficina de Caixanova declaró que sus jefes de zona le exhortaban a decirles a los clientes que las preferentes tenían liquidez y que no era posible perder el capital invertido.

En la segunda sentencia, dictada por el juzgado de Primera Instancia 4 de Pontevedra, la juez, que condena a Novagalicia a la devolución de 5.520 euros a un cliente de A Lama, afirma que el problema de las preferentes no es "la naturaleza" del producto, sino la forma en que se comercializó.