Keramat, ubicada en Ames y especializada en producción de biomateriales cerámicos para regeneración ósea, se ha embarcado con ayuda de la Xunta en una estrategia de crecimiento que ya le ha permitido colocar sus productos en países como Italia, Turquía, Israel, Alemania, Bulgaria, Polonia, Rusia, México, Portugal y Perú. "Comenzamos nuestro plan de internacionalización hace dos años. Nuestra intención es que los mercados internacionales supongan el 80% de nuestra facturación", explica Miguel Souto, consejero delegado de la empresa cuyos productos disminuyen el tiempo de recuperación del paciente y pueden ser usados en traumatología, neurocirugía, odontología, cirugía máxilo-facial o veterinaria. Con 14 personas en plantilla, "con un perfil técnico en investigación, fabricación y regulatorio", Souto asegura que la empresa se ha centrado en desarrollar productos "de muy alto valor añadido con una inmejorable relación calidad precio". "Esto nos permite introducirnos en mercados maduros, como Alemania, o emergentes, como México y Turquía. Lo importante es perder el miedo a vender fuera. Nuestros principales competidores son multinacionales suizas, americanas y alemanas", comenta.