El estallido de las preferentes en Bankia impulsa el conflicto de las preferentes a una dimensión nacional, pese a que no tiene nada de nuevo en Galicia, donde los afectados llevan año y medio exigiendo la devolución de su dinero. A ellos también les afecta el cambio de criterios para el arbitraje, definidos por la comisión de seguimiento encabezada por la CNMV y el Banco de España, sin que todavía esté claro el efecto en la práctica. De hecho, NCG defiende que las pautas anunciadas el miércoles, y que facilitan el camino a, entre otros, los titulares con menos de 10.000 euros atrapados, "refuerza" el trabajo hecho hasta ahora por el banco y la auditora PricewaterhouseCoopers en el cribado de los expedientes, aunque prevé que el marco fijado "ayude a priorizar" los expedientes pendientes en su caso.

Hasta el momento, el total de solicitudes para acudir a las dependencias de Consumo alcanza las 56.232, de las que 15.388 fueron aceptadas por el banco. Un 27,4%. El resto, 40.844, están a la espera de análisis. La devolución suma 277,2 millones de euros, un 15,4% de los 1.800 millones emitidos entre preferentes y deuda subordinada.

Los minoristas de NCG, y las otras dos nacionalizadas, Bankia y CatalunyaBanc, podrán agarrarse a un proceso especial de arbitraje -"exprés", en palabras del ministro de Economía-, si la cantidad acumulada en la entidad no supera los 10.000 euros y si puede probarse que el dinero se trasladó de depósitos o instrumentos que se le parezcan, sin perfil de riesgo. Precisamente, el FROB matizaba ayer uno de los criterios publicados en la jornada anterior. En lugar de la falta "de experiencia inversora previa", la redacción es todavía más concluyente. "Formación y conocimientos -apunta- en productos similares o de riesgo superior".

Mientras la entidad presidida por José María Castellano insiste en la importancia del proceso, las plataformas de afectados califican los criterios establecidos de "parafernalia", con la prioridad a las cantidades pequeñas para inflar las estadísticas y "jugar con las cifras". "Una imagen de que se resuelve más", critica un portavoz de los preferentistas, que exige que se tengan en cuenta las "necesidades reales". "Hay gente a la que todo el dinero que tenían se lo metieron en preferentes, sumas altas, y está en situaciones de dificultad", sentencia.