En apenas año y medio, la energía eólica ha pasado de ejemplo de la apuesta estratégica en España por las energías limpias a protagonizar un agrio enfrentamiento con el Gobierno por el recorte de las primas. Pese a ello el sector celebró ayer el Día del Viento en el concello de Xermade, donde se instaló el primer molino de España. Este ayuntamiento fue condecorado por la patronal por su moderna integración rural de la energía de los parques. El director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Luis Polo, asegura que el sector está "al límite" .

-Los municipios, ¿sufren o disfrutan de la eólica?

-¡La disfrutan! El jueves en la Convención Eólica tuvimos a Felipe Lubián, alcalde de Lubián, el pueblo que ganó en 2012 el Premio a la Integración Rural de la Eólica. En la sesión en la que participó, sobre la percepción rural de la eólica, afirmó que el 100% de los ciudadanos de Lubián votaría hoy por instalar más eólica en su municipio. Ha significado "un cambio radical: de ir hacia la nada, a ir hacia el futuro. Ha sido la salvación", dice. El apoyo va en aumento entre los ciudadanos.

-Pero también hay oposición.

-En algunos municipios. Normalmente, suelen ser a los que más se oye. Pero es la excepción y no la norma.

-¿Qué piensa de la decisión de la Xunta de aplicar el Impuesto de Transmisiones a las autorizaciones administrativas a los parques? Otro frente abierto con el sector tras el canon.

-Este tipo de fiscalidad es discriminatoria y que impuestos autonómicos como éste o como el canon eólico anulan la ventaja competitiva de Galicia. Desde AEE premiamos lo bien que lo ha hecho Xermade en relación a la eólica, pero lamentamos que Galicia, que fue un ejemplo de desarrollo eólico, haya dejado de serlo.

-El Gobierno gallego sostiene que otras comunidades estudiaban también extender el ITP a los recintos.

-Otras comunidades se plantearon la aplicación del ITP, pero después de analizarlo jurídicamente, abandonaron la opción por considerarla no ajustada a derecho.

-No parece que vaya a arrancar definitivamente el concurso eólico.

-Efectivamente, no lo parece.

-El día del viento este año, ¿se celebra en el peor momento de la historia para la eólica?

-Sin ninguna duda. Desde principios de año, se han destruido 25 empleos eólicos al día, lo que supone un total de 3.600 puestos de trabajo perdidos; y se han cerrado nueve fábricas y otras tres se encuentran en fase de suspensión de actividad. Estas cifras son consecuencia directa de las medidas tomadas por el Gobierno este año contra el déficit de tarifa El sector eólico está al límite y no puede soportar más recortes. Ya hemos sido castigados con dureza, lo que amenaza nuestra supervivencia.

-¿Hay posibilidades de acuerdo para lograr un marco retributivo que garantice el desarrollo del sector?

-No está habiendo negociaciones, por lo que difícilmente puede haber acuerdo.

-El secretario de Estado de Energía asegura que el margen para la gestión de renovables es "enormemente estrecho" por los supuestos excesos del pasado.

-En el caso de la eólica, no se puede hablar de excesos. Siempre ha crecido de acuerdo a los objetivos y costes que le ha marcado el regulador, sin burbujas. En 2012 el sector generó el 17% de la electricidad consumida y su retribución representó tan sólo el 11% de los costes totales del sistema. Y los incentivos eólicos españoles están entre los más bajos de Europa. El regulador debería tener en cuenta lo que hace cada día la eólica por España. De noviembre a mayo fue, por primera vez durante un semestre completo, la primera tecnología del sistema, con 1.700 millones de ahorro en importaciones de combustibles fósiles, lo que contribuyó al primer superávit comercial de la historia de nuestro país. El precio del mercado eléctrico se redujo en 11,4 euros, con el consiguiente ahorro de 684 millones en la factura de las grandes empresas y la posibilidad de bajar el precio de la luz a los consumidores.