El sector de productos y servicios de lujo de empresas españolas cerrará el año con una facturación de unos 5.120 millones de euros, el 7 % más que en el ejercicio anterior, con lo que ralentizará su crecimiento respecto a 2011 y 2012, cuando las ventas subieron el 25 y el 15 %, respectivamente.

Esta ralentización, que no obstante contrasta con la caída que, por sexto año consecutivo, registrarán las ventas del comercio minorista, se debe al descenso del consumo en España y a la contención del gasto por parte de los extranjeros, explicó en una entrevista con Efe la presidenta ejecutiva de la Asociación Española del Lujo "Luxury Spain", Cristina Martín.

Mientras los usuarios españoles han reducido sus compras porque a las clases medias y altas también les ha afectado la crisis, los extranjeros han moderado su consumo tanto por la situación económica, como es el caso de los europeos -salvo los rusos-; y por los cambios en sus hábitos de consumo o las trabas para entrar en el país, como es el caso de los chinos.

De cara al próximo año, Martín confió en que 2013 será el último ejercicio de crisis y la situación remontará de la mano de un consumidor más joven, entre los que destacó emprendedores que ante la falta de alternativas laborales han montado negocios con mucho éxito.

También se incorporarán al club de "nuevos ricos" los hijos de empresarios que rondan los 60 años y que comienzan a involucrarse en el negocio de sus progenitores, explicó Martín.

De vuelta a 2013, el 70 % de las ventas de productos y servicios de lujo españoles corresponderán tanto a exportaciones como a las compras de los turistas que visitan el país, según Martín, quien ha subrayado que los artículos nacionales son muy valorados internacionalmente por su "tradición, calidad e innovación".

Por ciudades, Barcelona, con el 38 % de las ventas y un crecimiento del 6 % respecto a 2012, es la "primera potencia" en ventas de lujo español, seguida de Marbella (25 %), que este año ha arrebatado el segundo puesto a Madrid, que pasa a la tercera posición (17 %).

A mayor distancia se sitúan Ibiza (6 %) y Mallorca (4 %), mientras que el 10 % restante de las ventas se reparte por el resto del territorio nacional.

"En Barcelona, cada vez se abren más tiendas de lujo en el Paseo de Gracia y las marcas están en plena expansión en la ciudad debido a que los turistas son los principales compradores", señaló Martín.

En Madrid, más dependiente de una clientela nacional, las grandes marcas están notando más la bajada del consumo y están cerrando tiendas propias, por ejemplo en la calle Ortega y Gasset, y están optando por poner "corners" en El Corte Inglés del Paseo de la Castellana, que cuenta con un amplio espacio dedicado al lujo.

Por sectores, los que mejor funcionan son los de gastronomía y belleza, segmentos que aglutinan el 60 % de las ventas totales, seguidos de turismo y servicios de calidad.

Según las previsiones que maneja Luxury Spain, las ventas de productos "gourmet" crecerán en 2013 el 12 % y sumarán 2.100 millones.

Por su parte, la moda y los accesorios, como la joyería y la marroquinería, son dos sectores que cada vez cobran más peso dentro del sector de lujo "made in Spain", destacó Martín, quien lamentó la falta de apoyo del Gobierno a una industria que, a pesar de la crisis, ha seguido creciendo en volumen y empleo.

La Asociación Española del Lujo "Luxury Spain", que cuenta con 47 socios, nació en mayo de 2011 para agrupar a firmas de todos los sectores con el fin de impulsar su promoción, tanto dentro como fuera de España, así como para proteger y defender la imagen de las marcas.