Miles de personas exigieron ayer con una manifestación en Madrid la retirada del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Coca-Cola Iberian Partners, el embotellador único de Coca-Cola en España, que afectará a 1.250 trabajadores en toda España (102 en Galicia), el 30% de la plantilla, y supondrá el cierre de cuatro de sus 11 plantas, las de Fuenlabrada (Madrid), Mallorca, Asturias y Alicante.

La protesta, encabezada por los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, contó con la participación, según los propios sindicatos, de unas 7.000 personas. En ella los trabajadores de Coca-Cola Iberian Partners gritaron consignas como Si se puede, parar este ERE o Si España no produce, España no consume. Además de protestar contra la reforma laboral, algunos manifestantes simularon un entierro alzando a hombros un ataúd que representaba a los trabajadores afectados por el ERE.

Al término de la manifestación Méndez y Toxo defendió "no sólo la lucha contra la franquicia Coca-Cola Iberian Partners" sino también contra la empresa matriz, ya que "la decisión sobre el cierre de las empresas se está tomando en Atlanta, a miles de kilómetros de aquí", aseguró Fernández Toxo.

Méndez, por su parte, criticó la "avaricia e insensibilidad" de una empresa con "un ingente volumen de beneficios" y en la que "la viabilidad económica, organizativa y productiva está asegurada".

Por ellos, pidió al Ejecutivo "que piense en las consecuencias de lo que pretende hacer Coca-Cola", y criticó "que se vanaglorie con insistencia de una recuperación económica basada en la destrucción de empleo". De hecho, los dos sindicalistas coincidieron en exigir al Gobierno de Mariano Rajoy que se implique y frene urgentemente el ERE y los cierres del embotellador español de la marca de refrescos estadounidense.

Coca-Cola Iberian Partners mostró su "respeto" a los miles de trabajadores que se manifestaron en Madrid aunque insistió en que confía en alcanzar un acuerdo con los sindicatos para "reducir al máximo" el impacto de la reestructuración en el empleo. "Respetamos profundamente el derecho de los trabajadores a expresarse. Somos plenamente conscientes del impacto que estas medidas suponen y entendemos que no hay otro remedio que adoptarlas para que la compañía no entre en zona de riesgo y comprometa así su desarrollo futuro", aseguró el director de relaciones institucionales y comunicación de la firma, Ángel López de Ocáriz.

El directivo reiteró que "la reestructuración es imprescindible" de cara a la viabilidad futura de la empresa.