La unidad de delitos económicos de la Policía Nacional tendrá que investigar si Galega de Economía Social (GES), el grupo empresarial que gestiona la Confederación Galega de Minusválidos (Cogami), desvió de forma irregular fondos de Hornos Lamastelle a otras empresas del grupo y si dedicó ayudas públicas para cursos de formación a otros fines. Así lo determinó la titular del juzgado de Instrucción número 2 de A Coruña, quien en octubre admitió a trámite la denuncia del exgerente de la empresa, José Ramón Dourado, contra el consejo de administración de GES y de la empresa oleirense, un centro social de empleo con 80 trabajadores, la mayoría con discapacidad, que reparte 6.000 kilos de empanada cada día a todo el mundo.

La denuncia de Dourado Lema fue admitida a trámite el 31 de octubre pasado, aunque la notificación a las partes se produjo casi un mes después. En todo caso, el juzgado coruñés decidió abrir diligencias previas a la vista de que los hechos denunciados "hacen presumir la posible existencia de delitos societarios", la misma redacción que el también titular del juzgado de Instrucción número 2, aunque de Santiago, dio al auto con el que admitió a trámite la querella criminal de GES contra Dourado Lema. Y es que ambas partes se cruzan acusaciones de administración desleal en Hornos Lamastelle, que tendrán que resolverse en los tribunales.

Fuentes de GES consultadas por este diario aseguraron ayer que el consejo de administración se encuentra muy tranquilo ante la apertura de las diligencias y que no tiene nada que ocultar ante las pesquisas de la policía. El cruce de denuncias se produjo después de que GES despidiese al exgerente de Hornos Lamastelle que ejercía como "administrador de facto", según la propia empresa, que le acusa de haber incumplido la normativa en materia de riesgos laborales y de ocultar información a la dirección del grupo.

El conflicto abierto entre GES y Dourado salpicó a sus excolaboradores, al comité de empresa de la panificadora de Oleiros y amenaza además con ir a más, después de que cinco personas vinculadas a Lamastelle (dos empleados y tres extrabajadores despedidos) creasen otra sociedad, Panificadora Mencer, en la que la empresa ve la confirmación de que Dourado Lema pretendía sabotear Hornos Lamastelle con la idea de apoderarse del conocimiento y la lista de clientes para llevárselos a esta empresa de nueva creación, en la que sin embargo tan sólo figura como administrador aunque no es accionista. Los socios de Mencer, que exigen una rectificación pública, amenazan con acciones legales.

José Ramón Dourado, explicó en declaraciones a este diario que hay numerosas pruebas de que siempre actuó en beneficio de Hornos Lamastelle y que su conflicto actual es con el consejo de administración de GES y de Cogami, pero no con la empresa, a la que dedicó diez años de su vida y en la que cree.

GES -que tras despedir a Dourado Lema, se deshizo de otros trabajadores, entre ellos la presidenta del comité de empresa, a la vez directiva de Hornos Lamastelle- sostiene que los colaboradores del exgerente cooperaron con él para perjudicar a la firma.

Fuentes del grupo de empresas de Cogami negaron además ayer su responsabilidad en la revocación del comité de empresa -votada en diciembre por la asamblea de trabajadores-. La Inspección de Trabajo anuló esta revocación al entender que la firma no había cumplido con el trámite legal de inscribirla. El grupo afirma que la normativa laboral marca que son los representantes sindicales quienes deben inscribir la revocación.