Las seis entidades financieras (el llamado G6) que continúan con sus planes para tomar el control de Pescanova al margen de Damm se reúnen hoy con su asesor financiero, KPMG, para continuar con el diseño de su proyecto de rescate. Los bancos -Sabadell, Popular, NCG, BBVA, CaixaBank y UBI Banca- trabajan ahora en la redacción de un plan para reestructurar "toda la parte internacional" del grupo pesquero, ya que los 115 millones de euros que están dispuestos a desembolsar servirán para reorganizar el enredo de filiales en España y garantizar la continuidad de otras compañías (con alimento para el langostino vannamei, por ejemplo). Este proyecto para la parte exterior de Pescanova está todavía "por concretar". Los bancos se reunirán "solos" ya que, como explicaron ayer fuentes financieras, "a Damm ya se le dijo que no contara con nosotros".

Su proyecto pasa irremediablemente por que Pescanova sea declarada en liquidación, de modo que puedan comprarla. Como confirmaron ayer fuentes conocedoras de las negociaciones, el desembolso -de los 115 millones- será proporcional a la deuda que cada entidad tenga atrapada en la pesquera. Así, el principal accionista, siempre y cuando prosperase el plan de los bancos, sería el Sabadell. La entidad que preside Josep Oliu suma 226,7 millones de deuda, más los algo menos de cinco millones que corresponden al Banco Gallego. A continuación le siguen el Popular (181,9 millones), CaixaBank (177,7 millones), Novagalicia y BBVA, con 147,2 y 104,6 millones, respectivamente. La duda todavía es si UBI Banca pondrá o no capital, ya que la decisión final depende de lo que decida la dirección de la entidad en Italia. Bankia, que ya ha dicho que no puede hacer ningún desembolso, aseguró que apoyará a la banca sin suscribir la propuesta liderada por Damm y Luxempart.

El plan de las entidades pasa por la reestructuración de 1.800 millones de deuda de Pescanova y la recuperación, en dos tramos, de otros 1.000 millones (500 como deuda senior y otros 500 como junior), además de la emisión de deuda avalada para fortalecer la recuperación de la multinacional. El de Damm, por contra, pasa por devolver a la banca 700 millones -también en dos tramos- y la inyección de hasta 125 millones a través de un préstamo supersenior desembolsado por la cervecera y Luxempart, a recuperar en siete años con un tipo de interés anual del 15%. Esta propuesta de convenio, admitida a trámite por el Juzgado de lo Mercantil y respaldada por la administración concursal -con pocas salvedades- debe recibir más del 50% de los votos de los acreedores. La banca, que reconoce que "matemáticamente" puede salir adelante, trabaja convencida de que se hará con el control de Pescanova.