La caída del resultado obtenido en la lucha contra el fraude en 2013 llevó a la Agencia Tributaria a potenciar la labor del Departamento de Gestión para detectar el pequeño fraude, que supone dedicar menos tiempo a la inspección y una recaudación de ingresos más inmediata, según explicaron fuentes de la Inspección del organismo a Europa Press. El pasado año, la Agencia Tributaria recaudó 10.950 millones de euros por la labor de prevención y lucha contra el fraude fiscal, un 4,9% menos, según datos oficiales.

Este departamento puede llevar a cabo procesos más masivos que lo que requiere la inspección del fraude más complejo, mediante la realización de paralelas a las autoliquidaciones presentadas o los requerimientos, lo que permite, en muchos casos, una recaudación más rápida al detectar el fraude.