Cuando la crisis es más que un fuerte vendaval que lo mueve todo y se presenta como un monstruo capaz de poner la economía patas arriba, los destrozos que deja tras de sí a veces se quedan en escombro para siempre. Cuando la economía finalice su larga travesía por tierras yermas Galicia tendrá que evaluar daños, y será entonces cuando se tome conciencia de todo lo que no pudo resistir al monstruo. En ese balance estarán el 25% de las empresas gallegas de más de 100 trabajadores, que han desaparecido desde el año 2008. Los datos los aporta el Directorio Central de Empresas del Instituto Nacional de Estadística (INE), y constata que empresas de todos los tamaños han tenido que bajar la persiana en los últimos años. Si en 2008 la comunidad partía con 595 sociedades de más de 100 empleados, ahora apenas son 445 las que superan ese umbral de asalariados. Algunas de ellas han perdido la categoría de gran empresa por ajustes laborales, con lo que ya no están dentro de este selecto grupo.

Este es uno de los motivos por los que las compañías de entre 100 y 200 trabajadores han sido las más damnificadas, y su número se ha recortado casi un 29% desde 2008. El ajuste fue similar en cada uno de los ejercicios, a excepción de 2009, cuando únicamente cayeron nueve empresas de este tamaño (por número de asalariados). Después año a año el ajuste se hizo más intenso, hasta las 242 empresas actuales de hasta 200 trabajadores. En cuanto a los sectores afectados, se han perdido seis compañías extractivas (el 100% de las de más de cien asalariados) o 17 empresas de la industria de la alimentación -tanto de elaborados cárnicos como de pescado-. También ha sufrido de forma considerable la industria de la madera, que de las 14 grandes sociedades que había en 2008 ahora solo quedan seis.

Pero, sin duda, han sido las empresas más dependientes -en distintos grados- del sector constructor las que más han sufrido. Se han perdido sociedades de estructuras metálicas, por ejemplo, pero la crisis se ha cebado con las constructoras y promotoras inmobiliarias. En 2008, según el INE, existían 29 empresas de más de cien asalariados dedicadas a la "construcción de edificios", y hoy apenas quedan siete. Se han perdido cinco de las quince empresas que había en el segmento de "actividades de construcción especializada" o tres de las diez dedicadas al diseño de ingeniería civil.

Hasta 500 personas

El siguiente tramo en que el INE divide la estadística de grandes compañías es de aquellas que tienen entre 200 y 500 empleados en plantilla. Su número ha descendido un 25,14% desde 2008, de acuerdo a los datos oficiales, al pasar de 183 a 137 en menos de seis años. En este caso se incrementó la cifra de sociedades dedicadas a la industria de la alimentación, por ejemplo, que suma 16 unidades, dos más que al inicio de la crisis. En el segmento de prendas de vestir las noticias no son tan positivas, ya que han desaparecido de la estadística empresas dedicadas a la confección.

La metalurgia -en toda su extensión- también se resintió de la caída de pedidos, básicamente por la caída de la demanda interna y el estallido de la burbuja inmobiliaria. Aquí entran empresas de ferraje, diseños metálicos o reparación e instalación de maquinaria y equipo, por ejemplo. Pero, de nuevo, la construcción se lleva el premio de perder más empresas de este tamaño. Existían catorce empresas de construcción de edificios con más de 200 empleados -y menos de 500- en 2008, y sobreviven dos. Dos son también las empresas que aún están activas en el segmento de "Ingeniería civil", mientras que se han perdido tres de "Construcción de carreteras y vías férreas, puentes y túneles", dos de "construcción de otros proyectos de ingeniería civil" y todas -eran cinco- las de "actividades de construcción especializada". Por último, se han reducido casi a la mitad -hasta 10- las de "Almacenamiento y actividades anexas al transporte".

Con entre 500 y 1.000 empleados persisten 28 empresas, un 17,6% menos que al inicio del estallido de la crisis. Dos de las que se han perdido -de un total de cuatro- pertenecían a la "Industria de la alimentación", y otras dos a la de "Procesado y conservación de carne y elaboración de productos cárnicos" y "Procesado y conservación de pescados, crustáceos y moluscos".