Cuando Pescanova entró en concurso de acreedores, la administración concursal -Deloitte- calificó los créditos de la extinta NCG (ahora Abanca) atrapados en la pesquera como subordinados, sujetos a una quita muy elevada y, en caso de liquidación, una de las últimas en cobrar. La entidad decidió impugnar la lista de acreedores y ahora una sentencia estima parcialmente su recurso y determina que parte de la deuda, unos 9,8 millones, sí son créditos ordinarios, deuda de primera categoría en orden de cobro y sujeta a una menor quita.