El presidente de la patronal de las pymes Cepyme y candidato a liderar la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, lamentó ayer en A Coruña la existencia de "falsos empresarios" en España que generan, como consecuencia de los numerosos casos de corrupción y fraude, una mala imagen del sector en un momento de crisis económica, "pero también de valores". "Cada vez que alguien, en genérico, quiere delinquir, monta una empresa. Al día siguiente, si hay actos de corrupción, se dice: 'Un empresario acaba de hacer tal...'. Entonces, diferenciemos. No digo que no haya empresarios que caen en esas prácticas, pero hay que reconocer que a muchos les llamamos empresarios y no lo son. A mí me gusta representar a los otros", los empresarios honestos, ejemplificó el líder de la pequeña y mediana empresa española, que le disputará a Joan Rosell la presidencia de la CEOE en las elecciones del 17 de diciembre.

Garamendi presentó a los empresarios coruñeses su programa electoral para los comicios y el presidente de la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC), Antonio Fontenla, dejó entrever que lo apoyará. "Hay libertad de voto y A Coruña tiene clara su postura, pero tenemos el compromiso de recibir a cualquier otro candidato que se presente. En los próximos días posiblemente venga Rosell, pero creo que en la cara se me nota [la preferencia]", explicó el líder de la patronal coruñesa, que presentó al presidente de Cepyme como "un amigo" y un "gran empresario".

El aspirante a derrotar y suceder al actual mandatario de la CEOE destacó, precisamente, entre los puntos clave de su programa una mayor transparencia "no solo interna, sino también externa" con un mejor mensaje de lo que es la patronal. "No coincidimos con ciertas prácticas de estas organizaciones y hay que cambiarlas", apuntó Garamendi sobre casos como el de su antecesor en Cepyme, Jesús Terciado, que tuvo que dimitir tras descubrirse cobros irregulares en sus primeros años de mandato, o del líder de la patronal madrileña y directivo de la española, Arturo Fernández, implicado en el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid, entre otros. "El código ético de la patronal debió aplicarse antes y ellos deberían haber sido más generosos con la organización", apuntó el candidato a la presidencia de los empresarios españoles.

Otra de las apuestas del programa de Garamendi es por una mayor participación, "trabajar de abajo a arriba y escuchar más a los empresarios". Un objetivo al que se suma el de mayor independencia de las patronales, "que han perdido influencia y prestigio en la sociedad".

El presidente de Cepyme hizo ayer su tercera parada dentro de su "pequeña peregrinación por Galicia", después de reunirse el martes con los empresarios de Lugo y Ourense. Sin embargo, rechazó decir si cuenta con el apoyo de estas patronales. "Deben decirlo ellas", zanjó, antes de explicar que está haciendo "lo posible" para reunirse con los empresarios pontevedreses, que parecen más partidarios de apoyar a Rosell.

Garamendi apostó también, a preguntas de los periodistas, por seguir con las políticas de moderación salarial. "Los empresarios nos transmiten que la competitividad se ha ganado por la moderación salarial. Hay que seguir en esa línea. Creo que se puede estimular el consumo y la economía igualmente porque la inflación es baja", explicó. Al mismo tiempo resaltó que las pymes "son y siempre han sido" las que tiran de la economía y del empleo.