La mayoría de los indicadores sectoriales anticipaban en las últimas semanas que la recuperación de la economía gallega está aún muy lejos de ser contundente. La producción industrial, por ejemplo, arrastra un descenso del 4,4% en lo que va de 2014 y las ventas del comercio minorista cayeron un 0,5% hasta septiembre. Ni la distribución ni tampoco la hostelería, dos de los motores de la comunidad, sacaron esta vez tajada de la campaña de verano. Pesa más la atonía del consumo, que sigue. Lo que unido a la falta de inversión deja un crecimiento nulo del Producto Interior Bruto (PIB) gallego en el tercer trimestre de este año, según el Instituto Galego de Estatística (IGE). La variación en el conjunto del Estado es del 0,5%. Las diferencias son todavía mayores en la tasa interanual, con un alza en Galicia del 0,4% y del 1,6% en toda España.

El gasto de las familias y las instituciones sin ánimo de lucro de Galicia únicamente aumentó un 0,2% entre julio y septiembre, un 0,5% sobre el mismo periodo del año pasado. Los expertos insisten en que el turista que desembarca en la comunidad mantiene un perfil de consumo muy bajo, por lo que su aportación no ayuda a contrarrestrar el diezmado presupuesto de los residentes. Galicia es una comunidad cada vez más envejecida y la población de edad avanzada realizar un menor desembolso porque sus necesidades de gasto no tienen nada que ver con un hogar joven.

Tampoco las administraciones públicas sirvieron como reequilibrio en la demanda interna durante el tercer trimestre con una variación 0 del gasto. En la comparativa anual, el incremento es del 1,8%. ¿Resultado? El capítulo del gasto en consumo final del pasado trimestre en Galicia fue casi 500 millones de euros inferior a los niveles precrisis.

Entonces, hace seis años, empresas y entidades públicas sumaban en la autonomía una inversión trimestral que llegó a superar los 4.300 millones de euros. A estas alturas ronda los 2.350 millones de euros. La llamada formación bruta de capital, uno de los ingredientes del PIB que los analistas consideran vitales para realmente hablar de crecimiento, cerró septiembre al igual que el gasto de las administraciones. Plano. En relación al tercer trimestre del ejercicio pasado, la subida es mínima, del 0,2%, según el IGE.

El negocio exterior deja los mejores datos trimestrales, con aumentos del 1,3% y un 1,4% en exportaciones e importaciones, respectivamente. Pero en el cómputo anual, las ventas de las compañías gallegas a otras comunidades y países acumula una caída del 1,7% y del 1% en las compras. El PIB estatal, en cambio, consolida los síntomas de recuperación apoyado en la demanda interna. El gasto de hogares creció un 2,7% sobre 2013, un 0,9% el de las administraciones y la inversión un 3,1%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La Consellería de Facenda destacó ayer sobre todo, el incremento interanual del 0,4% y que por primera vez desde 2008 se crearon puestos de trabajo a tiempo completo. El alza, efectivamente, es del 0,7%, hasta los 915.149, de los que 767.093 son asalariados. En un análisis más pormenorizado, Facenda da dos claves muy concretas de lo que ocurre con el PIB de Galicia. Navantia y automoción. Si la situación del astillero no fuera tan crítica y la industria de los coches estuviera en los niveles de 2013, la tasa interanual del PIB crecería "entre 4 y 6 décimas". Facenda mantiene sin embargo su previsión de acabar el año con un incremento del PIB del 0,9%.