Jorge Morales de Labra (Madrid, 1976) es, entre otras cosas, vicepresidente de la Fundación Renovables y director general de la empresa Geoatlanter. Sin embargo, su notoriedad viene de sus análisis del mercado energético nacional e internacional. Conversa con este diario sobre la última subasta de incentivos eléctricos a las grandes consumidoras de energía.

-¿Qué es lo que se subastó en la tercera semana de noviembre?

-La interrumpibilidad, que es la posibilidad de que el operador corte la energía de una industria cuando lo considere necesario y le compense por ello.

-¿Y esto qué significa?

-Pues que, antes de que se produzca un apagón, el sistema puede cortar la energía de un gran consumidor y redistribuir la electricidad por los lugares en los que fuera más necesaria. Esta subasta, además, cuenta con una novedad: el corte de energía -la interrumpibilidad- no sólo puede realizarse por razones técnicas, también por razones económicas. Esto es, Red Eléctrica puede cortar si sale más barato cortar que poner en marcha una central. Me da la sensación que las empresas que han accedido por primera vez a la interrumpibilidad no han pensado que el corte de energía se puede ejecutar.

-¿Alguna vez se recurrió a la interrumpibilidad?

-En el año 2001 fue la última vez. Eran otros tiempos. Estábamos viviendo la bonanza y la demanda se había quedado al límite de la oferta.

-¿Cómo andamos ahora de potencia?

-Actualmente estamos gastando lo mismo que en 2004, es decir, hemos retrocedido diez años en lo que se refiere al consumo. La potencia actual de España es superior a los 100.000 megavatios, pero hay que tener en cuenta que desde hace diez años hemos instalado 40.000 de esos 100.000 que le estaba diciendo. El sector eléctrico es especial. No aceptamos que nos corten el suministro eléctrico el 20 de diciembre y bajo una ola de frío, pero sí aceptamos que haya atascos en la carretera el primer día de la operación salida de cualquier puente o de las vacaciones. Tenemos 100.000 megavatios instalados mientras que la demanda anda entre 40.000 y 44.000.

-O sea, que vamos sobrados.

-A ver, sí que tenemos más oferta que demanda, pero no tanta como se podría imaginar. No es que nos sobre la mitad de la demanda como dice el ministro José Manuel Soria. No se trata de eso: nunca están disponibles los 100.000 megavatios porque, por ejemplo, las renovables tienen fallos. Recientemente hubo un corte en la central de Vandellós II. Las centrales térmicas tienen también indisponibilidades frecuentes. Con todo esto, quiero decir que sí que nos sobran, pero algo así como el 12%. O sea, que hay 12.000 megavatios de más.

-La interrumpibilidad es algo que no se utiliza.

-Eso es, prácticamente no se utiliza y precisamente porque sobra potencia.

-¿Cómo se gana dinero con la interrumpibilidad?

-Las empresas cobran por dos conceptos: por la posibilidad de que le corten el suministro y por el hecho de haber sido cortadas. Así, reciben prorrateado en doce partes el dinero que ofrecieron en la subasta, por un lado, y, por otro, un poco más si sufren la ejecución final de la interrumpibilidad.

-¿Las medianas industrias que se han metido en la interrumpibilidad por primera vez lo han hecho para tener ingresos extra?

-Entiendo que sí. La subasta se ha abierto a todas las industrias. Pero ya se lo dije antes, el sistema que se ha creado es de doble filo. La interrumpibilidad ha funcionado como una subvención encubierta porque este sistema no se utiliza nunca.

-¿Y por qué Alcoa no ha logrado esa compensación?

-Tengo que entender que porque no ofreció un precio competitivo.

-¿Es bueno este sistema de subastas?

-Es un buen método si lo que se quiere garantizar es la libre competencia.

-Pero que Alcoa no acceda a la interrumpibilidad, dicen los de Alcoa, supone que están en peligro 800 puestos de trabajo directos, en A Coruña y Avilés.

-España es el noveno país de 28 donde es más caro el megavatio. Esto es lo preocupante porque hace que el mercado eléctrico español sea menos competitivo que el de otros países de su entorno.

-¿Cuánto cuesta el megavatio hora?

-El de consumo industrial, 60 euros de media. Los primeros 50 vienen del mercado energético, los otros 10, de los distintos peajes. La interrumpibilidad es un complemento que rebaja 30 euros. Así, el megavatio hora al final cuesta 60 menos 30. Pero este complemento viene de la voluntad del Gobierno porque parece que la interrumpibilidad no tiene justificación técnica por todo lo que hemos dicho. O sea, la gran industria tiene un problema serio: depender de que el político se reúna con el presidente de la gran industria para pactar no se sabe qué cosas, como pasó con Rajoy y el presidente de Alcoa en Estados Unidos. El problema no está en que falte la bonificación, está en que el megavatio en España es carísimo y no debería serlo.

-Cuénteme.

-¿Por qué las grandes industrias no se enfrentan a los oligopolios de energía? Se centran en la interrumpibilidad y critican a las renovables. ¿Por qué el precio del mercado es de 50 euros? ¿Es justo? ¿Es razonable? El Gobierno está siendo investigado por Anticorrupción por haber dejado prescribir una deuda de 3.400 millones de la energéticas.

-¿Por qué no existe una regulación internacional del mercado eléctrico?

-La Unión Europea solo ha dado una orden: que cada estado miembro apueste por la libre competencia porque de este modo se regula el mercado con precios competitivos. Lo que pasa es que en España no se ha sabido regular bien.

-¿Es una buena oportunidad la segunda subasta?

-Es difícil de justificar la primera, así que la segunda... No es necesaria la interrumpibilidad. No conozco ningún estudio que diga que lo es. Ni siquiera desde el punto de vista económico. Me temo que estas subastas van a ser denunciadas por ayudas ilegales de Estado. No hay argumento técnico que las justifique. Lo que entiendo que debería hacer la gran industria es movilizarse para que haya cambios en el mercado eléctrico español.