El Ministerio de Industria cumplió su promesa de convocar una segunda subasta de incentivos eléctricos por interrumpibilidad -las primas que cobran los grandes consumidores a cambio de reducir o detener su consumo eléctrico en caso de emergencia- antes de fin de año, tal y como exigía Alcoa, que amenaza con despedir a los 800 trabajadores que tiene en A Coruña y Avilés (Asturias) por los altos precios de la electricidad. La puja extraordinaria se celebrará el lunes y martes próximos en Zaragoza y a ella solo podrán acudir las empresas que participaron en la primera subasta y no obtuvieron las bonificaciones que necesitaban, como ocurrió con la multinacional aluminera estadounidense.

La convocatoria fue publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) con la normativa que la regula, y a la vista de lo que se desprende de ella, es difícil que Alcoa logre las rebajas en la tarifa eléctrica que dice necesitar para que las factorías de A Coruña y Avilés produzcan aluminio primario a un precio competitivo, para empezar porque Industria solo pondrá en el mercado bloques de 5 megavatios (MW). La resolución se produce así en los términos en que la Comisión Nacional de Mercados (CNMC) y la Competencia impuso en su autorización de una subasta extraordinaria, adelantada ayer por este diario.

Alcoa España, presidida por la mariñana Rosa García Piñeiro, aseguró a través de una portavoz que analizará en detalle las cuestiones técnicas y jurídicas de la resolución publicada ayer, antes de opinar sobre el proceso y determinar si le permitirá acceder a los servicios de interrumpibilidad "a un precio competitivo". García Piñeiro había explicado a los representantes de los trabajadores en la primera toma de contacto con los sindicalistas que Alcoa estaría dispuesta a pujar por bloques de 5 MW si la subasta no se convocaba para los de 90 que ansiaba la multinacional aluminera.

Alcoa aseguró en las pasadas semanas que necesitaría incentivos eléctricos por un valor aproximado de entre 20 y 30 millones de euros por planta. La multinacional aspiraba de hecho en la primera puja a un bloque de 90 megavatios y a cuatro de 5 MW por cada planta hasta sumar 110 MW. Esto implicaría de obtenerlos, que la firma se compromete con Industria a cesar su consumo por esos tramos de potencia si Red Eléctrica de España, el operador del sistema, lo requiere por un exceso de demanda o caída de infraestructuras en un temporal, por ejemplo-. La resolución publicada ayer en el BOE establece que habrá más de una subasta, aunque cada una de ellas pondrá en el mercado 50 bloques de 5 MW hasta un total de 250. Lo que no precisa es cuántas pujas se realizarán ni qué importe en bonificaciones se repartirá. De la primera puja quedaron desiertos varios bloques de 5 MW por un importe total de unos 200 millones, aunque la gran industria ya dio por hecho ayer que el reparto no soprepasará los 180 millones.

Cifras límite para A Coruña

Fuentes del sector precisaron que en la primera convocatoria quedaron sin repartir entre 600 y 700 megavatios, lo que lleva a suponer que habrá tres subastas, aunque el Ministerio de Industria incluyó tanto este dato como el importe máximo de los incentivos en los anexos confidenciales del texto publicado ayer en el BOE. Lo que sí está prefijado es el precio de salida de cada bloque de 5 MW. Será de 975.000 euros (195.000 euros por megavatio). Según estos números, y la configuración de al producción de las plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés -solo pueden interrumpir 110 megavatios- la aluminera no podrá obtener más de 21.450.000 euros en incentivos por factoría. Y eso en el supuesto caso de que la multinacional consiguiese adjudicarse los 22 bloques por planta que precisa hasta un total de 110 MW interrumpibles al precio de salida, una posibilidad muy remota en una puja a la baja, en la que las distintas factorías de España que acudan competirán en ofrecer precios cada vez más bajos hasta que quede solo uno con la menor oferta.

En la primera subasta, celebrada en la tercera semana de noviembre, el precio de salida de los bloques de 5 MW era de hecho de 1,3 millones euros y descendió hasta los 500.000 euros, menos de la mitad, pese a lo cual varios de ellos quedaron desiertos, lo que abrió la puerta a esta segunda puja. Alcoa tendrá que designar a un representante por cada una de las plantas que, como en la anterior convocatoria, asistirá desde un habitáculo que le impedirá ver qué hacen los otros representantes que designe la compañía, así como sus competidores en la puja. Un modelo de subasta que provocó que, como se encargó de insistir el ministro de Industria, José Manuel Soria, Alcoa siguiese distintas estrategias para la planta de San Cibrao a las utilizadas para A Coruña y Avilés. Soria llegó a asegurar que las dos plantas menores no habían participado en la puja, aunque la firma aduce que sí lo hicieron pero que evitaron mantenerse en liza al comprobar que los precios eran demasiado bajos para garantizar la competitividad de las dos fábricas.

Competirá con 26 plantas

Las factorías de A Coruña y Avilés tendrán que competir, para empezar, con la planta de San Cibrao, que optará a sumar otros 90 MW a los 270 conseguidos en la primera puja. Además de ésta, hay otras 24 factorías que no lograron ninguno de los bloques que necesitaban y algunas que se adjudicaron parte de lo requerido, como Arcelor Mittal, Asturiana de Zinc y varias cementeras. Según el presidente de la patronal del cemento, Isidoro Miranda, las empresas de su sector obtuvieron unos resultados "muy malos" en la primera puja, hasta el punto de sufrir un recorte en la retribución por interrumpiblidad cercano al 50%, frente a sus previsiones del 15%. Todo parece indicar así, salvo que Alcoa hable en sentido contrario, que el futuro de las dos fábricas no se despejará hasta la próxima semana.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer que con la convocatoria de la subasta ayer en condiciones distintas a las requeridas por Alcoa Industria "cumple los compromisos" y dio por hecho tiene las condiciones para que la gran industria intensiva en consumo eléctrico acceda a los incentivos que necesita. "Veremos a ver qué oferta presenta Alcoa, dependerá del precio que esté dispuesta a pagar", dijo Feijóo, aunque lo que se determina en la subasta es el precio a cobrar. "El compromiso era la segunda puja antes de finalizar el año y que salga a subasta la totalidad de los incentivos de la interrumpibilidad", dijo el presidente.

El portavoz nacional del BNG, Xavier Vence insistió ayer en reclamar una tarifa eléctrica que permita abaratar los costes del recibo un 30% y a la industria, competir en igualdad de condiciones con Europa. Vence acusó de mentir a Soria, porque el pasado miércoles aseguró que el Estado no permite tarifas eléctricas por territorios. "Negoció con Euskadi una tarifa propia que beneficiaría a las empresas vascas", dijo.