La dirección y el comité de empresa de la fábrica que la aluminera Alcoa tiene en A Coruña analizaron ayer los resultados obtenidos por la factoría en 2014 y las previsiones para el presente ejercicio, un encuentro que no sirvió para despejar las dudas que tiene la plantilla sobre la continuidad de la planta sino que aún las acrecentó más. Los representantes de los trabajadores plantearon a la firma sus temores por lo que consideran un plan "premeditado" de la multinacional estadounidense para que la fábrica coruñesa entre en pérdidas y tener así una justificación para la paralización de las instalaciones de A Grela. Los directivos de la planta, según explicaron fuentes de la plantilla, en ningún momento aseveraron que la factoría no se vaya a cerrar ni entraron a desmentir que exista ese plan al que apuntan los empleados, lo que siembra más dudas entre el personal.

Las cuentas del año pasado de la factoría coruñesa revelan que logró unos beneficios brutos de 2,5 millones, 0,5 millones netos, y la dirección prevé unas pérdidas en el presente ejercicio de 2,2 millones de euros. "La empresa siempre elabora las previsiones a su favor. En 2014 preveía inicialmente unas pérdidas de 13 millones y al final hubo ganancias. Este año, sin embargo, sí que será duro porque el precio de la energía es mayor y el del metal menor", explicó un representante del comité de empresa.

La falta de contundencia por parte de la dirección sobre la continuidad de la planta coruñesa reafirma a la plantilla en su teoría de un plan concebido para generar pérdidas. Y los trabajadores apuntan a varios factores como indicadores de que esta estrategia existe:

Más megavatios interrumpibles a menor precio. El personal de A Grela no entiende que Alcoa adquiriese dos bloques adicionales de 5 megavatios (MW) interrumpibles, con unas compensaciones económicas menores que en 2014, lo que exige elevar la producción de la fábrica. "Se quejaba del precio de los bloques y va y adquiere dos más. Para disponer de megavatios interrumpibles hay que arrancar más [cubas de] producción, lo que aumenta considerablemente el gasto, tanto por el mayor consumo de ese arranque como por el hecho de que se consumirá más energía pero y más cara, lo que nos lleva a un balance negativo, a tener más pérdidas", explican los representantes de la plantilla coruñesa.

Almacenaje de mercancía. Los trabajadores aseguran que hay mucho producto almacenado en la fábrica y que la actividad comercial desde principios de año fue mínima, un hecho que rechazan tenga que ver con las protestas de finales de 2014. "La incertidumbre que generó la propia Alcoa al anunciar el cierre de la fábrica provocó que clientes nuestros solicitasen producto a otras firmas para probarlo. Si finalmente Alcoa cerraba necesitaban una alternativa", relatan fuentes del comité de empresa. "Ahora deben recuperar los clientes. La dirección asegura que en marzo espera tener solventado el problema", añaden.

Competencia de la fábrica de Arabia Saudí. Los responsables sindicales recriminaron a la dirección la llegada de aluminio procedente de la factoría de Alcoa en Arabia Saudí para surtir a clientes gallegos puesto que la multinacional estadounidense había defendido inicialmente que las instalaciones saudíes suministrarían al mercado asiático y solo placas de aluminio. El personal de A Grela, sin embargo, constató la llegada de tocho „ producto estrella de la planta coruñesa„ a Galicia. "Les dejamos claro que podemos competir con cualquier otra empresa del sector pero no con la fábrica de Alcoa de Arabia Saudí. Eso es competencia desleal", apuntan los representantes de la plantilla. "No nos negaron que llegase producto saudí, simplemente matizaron que en los próximos tres meses no vendrá más metal de allí", apostillan. Los trabajadores entienden que Alcoa pretende pasar la cartera de clientes de la planta coruñesa a su fábrica saudí. "Por eso no se plantea siquiera vender la factoría. Está tratando de quedarse el mercado y así, el día que cierre, si alguien compra la planta de A Grela no tendrá a quien vender", sentencia el comité de empresa.

Los empleados ven cada vez más claro ese plan para generar pérdidas en A Coruña y justificar su cierre en el futuro: "El año pasado, con el metal más caro y la energía más barata, no se elevó la producción y este año, que es al revés, sí. Alguien de Alcoa, creemos que hay una mano negra y quizás no sea de la dirección coruñesa, quiere cerrar la fábrica".