El abaratamiento del mercado y las muchas ofertas impulsadas -especialmente por la banca, en su estrategia para liberarse de ladrillo ya aprovisionado en sus balances- parecen no ser suficientes para animar las ventas. Como publicó el INE la pasada semana, las transacciones cayeron en Galicia un 7,3% en el primer mes de 2015 en la comparativa anual. Solo cuatro autonomías escapan a la regla general -con un alza en el conjunto del país del 9,6%- y el de Galicia es el tercer mayor recorte en las operaciones. El sector inmobiliario ya avisa de que, igual que la economía en su conjunto, el ladrillo tardará más en recuperarse que en otras autonomías.